Una matriz de vida

El orden de los grados nunca cambia porque viene de la primer HaVaYaH, de las cuatro fases de la Luz Directa. Y Cuando recibo la Luz, esta pasa a través de todos los grados (Partzufim) que están entre el Infinito y yo.

Es por esto que la red en que existimos es constante, como una red cristalina. No pueden aparecer en ella otro tipo de conexiones y conectarme con alguien más de una manera diferente. Pero las formas en este sistema cambian constantemente porque cuando quiero recibir de algún lugar, debo cambiarme a mí mismo para estar acorde, y entonces es como si hubiera abierto una conexión con ello.

La conexión siempre cambia debido a los cambios en el que recibe, y resulta que constantemente creo diferentes conexiones. Pero estas son definidas por mis cualidades, que son renovadas todo el tiempo para corresponder a aquel con el que me estoy conectando: uno de ellos, otro de ellos, un tercero. En otras palabras, no determino cómo serán los cambios, pero todo lo que me debe preocupar es elevarme más alto.

Y cuando me elevo en mis cualidades (tengo 613 deseos donde suceden diferentes cambios), cambio mi conexión, mi relación con otros objetos espirituales, con diferentes personas, grupos, y formaciones del alma común de esta manera. Es por eso que descubro un nuevo mundo todo el tiempo.

Pero este mundo depende de mí en contraste con el sistema eterno e inmutable, que existe ante mí en su forma completa y perfecta. Esto es lo que los cabalistas nos dicen acerca de nuestros alcances. Después de todo, toda persona que experimenta este proceso de corrección se conecta con este sistema de una manera nueva todo el tiempo. Es como si hubiera una cierta matriz fija, un patrón cristalino, donde constantemente utilizas diferentes conexiones. Pero cada persona, que asciende los grados y se eleva de un estado a otro, descubre conexiones más amplias, más profundas, y más ricas tanto en cantidad como en calidad.

Y a través del alcance de este sistema de conexiones, él alcanza al Creador.

(57968 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 10/18/2011, «Ptija»)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *