Una vida desprovista de placer real 

Pregunta: ¿Si hablamos de la conciencia del mal de la naturaleza egoísta del hombre, procedemos a partir del postulado de que nuestra naturaleza es malvada? 

La maldad se relaciona con cierto tipo de estándar. El estándar es el Creador o la fuerza superior, cuya propiedad es el otorgamiento. Nosotros, como criatura, somos lo opuesto a esta fuerza, nuestra naturaleza es malvada en relación ¿se puede decir eso?   

Respuesta: Usualmente, así no es como lo hacemos. En principio, no consideramos nuestra naturaleza ni mala ni buena. Sólo vemos que a través de la vida, de generación en generación, la gente desperdicia su tiempo. Busca satisfacción en algún placer pequeño, pero ni nosotros ni nuestros hijos ni nietos tienen placer real de la vida. 

La vida es muy corta. Más aún, es defectuosa, infeliz y vacía. Y una vida vacía, corta, no tiene ningún valor. 

De generación en generación, lo comenzamos a sentir más y más, no como regalo, sino como infortunio, como algo que nos presiona, alguna especie de destino malvado que nos impone esta existencia. No extraña que se diga que los felices son los que no nacieron comparados con los que nacieron. 

Pero todo esto viene porque no vemos el mundo como en realidad podríamos organizarlo. Basado en eso, surgen varias teorías que nos hablan de qué hacer con nosotros mismos y con nuestra vida.

Material relacionado:
El placer eterno y la vida corporal
Placer real
Cómo obtener placer absoluto

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *