«¿Y ahora ves?», «¡Si!»

567Baal HaSulam, «Introducción al Estudio de las Diez Sefirot»,ítem 54: Cuando el Creador ve que uno ha completado su medida de esfuerzo y finalizó todo lo que tenía que hacer en reforzar su elección en fe en el Creador, el Creador lo ayuda. Entonces, uno alcanza la Providencia abierta, es decir la revelación del rostro. Entonces, es recompensado con el arrepentimiento completo, es decir se aferra al Creador una vez más con su corazón, y fuerza…

No hay asistencia aquí, no hay razón para esperar que el Creador se canse y sienta lástima por nosotros como un padre misericordioso. No debemos esperar que el Creador se conmueva por nuestras lágrimas y tenga misericordia e intervenga en nuestra situación y perdone nuestra falta de inversión de esfuerzos.

Esto significa que esa expectativa no tiene sentido, que en lugar de nuestro esfuerzo es posible esperar un poco, llorar un poco, y todo caerá por su peso. En general, en nuestro mundo la persona espera exactamente este tipo de actitud hacia sí de otras personas y del Creador. Pero esto no sucede aquí.

Nosotros estamos obligados a llevar a cabo y a completar el monto de esfuerzo requerido de nuestra parte. Y este debe ser un esfuerzo verdadero, es decir esfuerzo en construir nuestro Kli espiritual para la revelación. Como está dicho: Él ha hecho un decreto que no será transgredido (Salmos 148:6). Si tienen un deseo de diez gramos, el cual es, supongo, el primer grado de adaptación, el primer nivel obligatorio para descubrir al Creador, entonces sentirán Su presencia, es decir Él será revelado.

Y mientras el deseo de ustedes sea menor a «diez gramos», están por debajo del umbral y no sienten al Creador. Esto significa que el Creador está oculto. Todos los sentidos funcionan de acuerdo a este principio, incluyendo los sentidos espirituales.

La percepción en los sentidos espirituales está dividida en 125 niveles que están divididos internamente en muchos otros subniveles. Y sin importar nada, debemos alcanzar el nivel de sensibilidad correspondiente al primer nivel. Y esto depende de la medida de esfuerzo mediante la cual elevemos nuestra sensibilidad, es decir expandamos nuestro Kli.

Esta es nuestra sensibilidad hacia el grado de otorgamiento porque el Creador es otorgamiento, amor, y conexión. Él se revela como tal. Entonces debemos prepararnos en correspondencia: otorgamiento, amor, y conexión entre nosotros. Y ni siquiera tenemos que alcanzar esas características directamente, sino sólo tener un anhelo por adquirirlas. Y si nosotros específicamente dirigimos nuestro deseo y anhelo hacia esto y tenemos fuerza suficiente, entonces comenzamos a descubrir al Creador. Eso es todo.

Es como un examen de la vista con un optómetra: «¿Ves esas letras?» «¡No!» “¿Y las ves ahora?» «¡Si!» Existe un umbral de sensibilidad para todos y cada uno de los sentidos, y cuando lo alcanzamos, de pronto el descubrimiento sucede.

(142437 – De la lección diaria de Cabalá del 8/29/14, Escritos de Baal HaSulam)

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *