Yom Kippur y la Expiación en cada alma

El propósito de todo el proceso que estamos viviendo es la revelación del Creador. Nosotros Lo revelamos por medio de sus acciones sobre nosotros. Para este propósito, el Creador crea un sistema, las leyes según las cuales existe y funciona, y al hombre en este sistema.

Entonces Él pone al hombre y al sistema en movimiento. La persona tiene que escuchar la influencia del Creador, que sucede en su interior y en el exterior, porque todo esto son los movimientos del Creador. Como se dice: «No existe nadie más que Él».

Si una persona está de acuerdo en que todo viene de Arriba, del Creador, se vuelve sensible a todo lo que está sucediendo dentro y alrededor de ella, a la manera en la que lo afecta. Por lo tanto, la persona trata de comprender lo que el Creador quiere revelarle.

Mediante el análisis de todo tipo de acciones: buenas y malas, aquellas que están cerca de ella y las que están lejos, las que percibe como buenas o malas, la persona comienza a descifrar el plan del Creador con respecto a ella. Y cuando descubre el gran abismo que hay entre ella y el Creador, lo opuestos que son sus pensamientos, ella comienza a revelar los dos opuestos, uno en contraste con el otro.

Por un lado, siente que quiere actuar de acuerdo a su propia naturaleza. Sin embargo, puesto que ya ha descubierto que es mejor seguir la naturaleza opuesta, ella entiende que debe actuar de manera diferente. De tal manera que descubre el mal en su interior, los pensamientos maliciosos.

¡Pero ella es feliz por eso! Después de todo, mientras más pecados descubra ella en su interior, mientras más esfuerzos haga por revelarlos, más cerca llega a una verdadera plegaria, es decir, a la petición para corregirlos. La petición de corrección se llama «expiación».

Los pensamientos maliciosos no tienen que irse, sino que deben ser «endulzados». Es decir, tenemos que adquirir una nueva intención en todos nuestros deseos egoístas para que se conviertan en otorgamiento.

El descubrimiento de los pecados y los crímenes sucede con la ayuda de una gran Luz, la Luz de Jojma (sabiduría), que brilla a la persona y la confronta con el hecho lo malo y opuesto que es con respecto al Creador. Entonces, de acuerdo a su esfuerzo, puede acercarse a la corrección.

Todas las correcciones, al igual que todos nuestros pecados, son el trabajo del Creador. Eventualmente, todos los pecados y la corrección de ellos, toda la Luz que nos atraemos para aclarar el mal y corregirlo, la Luz de la adhesión, es sólo para dar contento al Creador. Resulta que al revelar los pecados y su expiación, la persona alcanza un abrazo con el Creador y luego la adhesión con Él.

(56705 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 10/6/11, Shamati # 177)

El arrepentimiento del egoista mas terrible del mundo
El dia de expiación es un dia de alegria

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