¿Cómo podemos desear lo que es más importante en este mundo?

Luego de atravesar por muchos ciclos de vida, una persona llega al punto en que experimenta el despertar inicial espiritual: el punto en el corazón (Reshimo). Consiste de dos fuerzas:

– El vacío debido a la futilidad de su vida, transitoria y efímera y a la desesperación de no poder encontrar un llenado en este mundo.

– Una chispa interior que lo empuja hacia algún lugar desconocido que se encuentra más allá de este mundo.

Por una parte, la desesperación lo hunde, y por la otra, la chispa tira de él hacia arriba. A la larga la persona elige su camino. Estas dos fuerzas como un todo provocan que un Reshimo se forme en su interior, o sea, una nueva dirección en su existencia.

Este Reshimo le lleva hasta un maestro y un grupo de personas que estudian Cabalá. Luego de eso, empieza a darse cuenta que sólo uniéndose con otras Reshimot que son semejantes a él podrá construir, junto con ellos, la fuerza de otorgamiento que sea semejante a la del Creador. Allí radica su única libertad de elección en la vida y su única acción libre.

Su éxito depende de qué tanto podrá incrementar su chispa con la ayuda del grupo, a pesar de todos los problemas personales. Si logra aumentarla, entonces sentirá la necesidad de la fe (el otorgamiento) y de los otros (los medios). Todo está determinado por qué tan bien puede recibir (o absorber) la influencia del ambiente espiritual (el consejo de su Maestro y la opinión general del grupo).

El ambiente no es solamente el grupo o los amigos, sino la Shejiná. La conexión con ellos que yo adquiero es mi conexión con la Shejiná, Maljut del Mundo de Atzilut, el alma común de Adam.

Cuando los amigos se unen para anular su egoísmo y alcanzar el atributo de otorgamiento, su unidad atrae una reacción de la Shejiná y ellos reciben la Luz de la Corrección (Or Makif) de ella. Así es como la persona comienza a interactuar con la Luz Circundante (Or Makif), que le acerca a la  revelación del atributo de otorgamiento (la fe) en su interior, y la Luz Interior (Or Pnimi) dentro de ese atributo.

Todo nuestro trabajo se resume en incrementar nuestro deseo por el atributo de otorgamiento y aumentar su importancia; la forma de conseguirlo es con la ayuda del ambiente correcto. Es imposible aprender a hacerlo. Sólo se puede lograr siguiendo lo que dice el verso, “Haremos y escucharemos”.

Una persona realiza esfuerzos para conectarse con el grupo incluso si él no siente la necesidad de ello, y en respuesta recibe el apoyo y una necesidad general. Es un deseo que los amigos acumulan entre ellos, una necesidad por la fe o el otorgamiento.

(De la primera parte de la primera parte de la lección diaria de Cabalá del 21 de septiembre 2010, Quien atestigua por el hombre.)

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