Pregunta: ¿Qué significa «educar a un niño con la ‘Torá y los mandamientos’ y con la intención de otorgar al Creador en vez de a uno mismo?»
Respuesta: Los Mandamientos son los pasos de la corrección de nuestro deseo egoísta, el deseo de recibir placer, que se revela más y más en cada paso, con el fin de obstaculizar el amor entre nosotros. Sin embargo, cuando corregimos este egoísmo que nos empuja lejos y lo convertimos en otorgamiento, el amor se manifiesta de una forma concreta en dicho egoísmo, es decir, se convierte en nuestro aliado. A esto nos referimos cuando hablamos de la Torá y los mandamientos.
La Torá es la Luz que Reforma, es decir, el amor y el otorgamiento; los mandamientos son las acciones de corrección de los deseos humanos para convertirlos en amor y otorgamiento. La Torá es el método que nos permite alcanzar el amor, la unión y el otorgamiento, ya que contiene la Luz, la fuerza de corrección. Esta Luz creó el deseo y sólo Ella puede corregirlo. Sin embargo, hay una condición: Debemos desear la corrección, pedirle a la Luz que actúe. Éste es el papel que ha de desempeñar el hombre.
A los niños no los crían ni el padre ni la madre, ni el maestro de escuela. Incluso si usted fuera el mejor de los cabalistas, no sería capaz de criar a un niño; sólo la propia comunidad lo puede hacer. No importa cuántos esfuerzos dediquen los padres a la educación de sus hijos; los niños no se ven influenciados por sus padres sino que, más bien, caen bajo la influencia de su medio ambiente, en la calle o en la escuela, y allí reciben todos sus modelos de comportamiento y valores de la vida.
Perciben a sus padres y madres como un sistema y no como su medio ambiente. El entorno es algo que está cerca de los niños. En él se habla un idioma que los niños entienden y que también les permite ser entendidos. Están en un nivel. Los niños toman contacto con el medio ambiente en torno a los tres o cuatro de edad y es necesario poner límites apropiados a su alrededor.
En la sabiduría de la Cabalá aprendemos que sólo percibimos el Partzuf que es igual a nosotros, o bien uno más alto, que ha descendido a nosotros. No somos capaces de percibir un nivel que esté por encima de aquél en el que nos encontremos. Es por esto que un niño percibe al padre y a la madre como los que deben servirle.
Por eso, sólo es posible educar a través del medio ambiente. Cree un ambiente adecuado para sus hijos, sólo entonces podrá influir en ellos.
(23110 – De la cuarta parte de la lección diaria de Cabalá del 10 de octubre 2010, El Amor del Creador y el Amor de las criaturas.)
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