¿Quién no desea ser eterno y feliz?

Pregunta: Si la Cabalá ofrece un medio para desarrollar un alma eterna en nosotros, es como si eligiéramos entre dos posibles condiciones: Una es el «yo» que es guapo, rico, sano, y eterno, mientras que el otro «yo» es débil, pasajero, y mortal. ¿Entonces por qué a las personas se les dificulta tanto el estar de acuerdo en estudiarla?

Respuesta: ¿Depende esta elección realmente de nosotros? Si a tu egoísmo se le diera a elegir entre una buena y una mala condición, indudablemente elegirías lo que es bueno. Si se te dieran un vaso vacío y uno lleno, no dudarías en tomar el lleno.

No es una elección per se. Simplemente actúas por instinto como la naturaleza te lo ordena y no puedes hacerlo de otra manera. Si eliges de manera incorrecta, significa ya sea que cometiste un error o estabas enfermo. En otras palabras, no hay ningún libre albedrío aquí.
Sin embargo, el problema es que esta oportunidad de llegar a ser sano, guapo, perfecto, y eterno es bloqueada de ti por un muro, un ocultamiento. Tú no ves este estado; no lo sientes en tu deseo egoísta.

En esta vida corporal, siento y veo lo que me puede dar placer, e incluso cuando es temporal, al menos es claro. Tales placeres son aprobados por mi ego, mi cuerpo animado, mi «yo,» toda mi familia, todo a lo que estoy conectado, y la opinión pública.
De pronto se me ofrece algo por lo que no tengo ni el deseo, ni el apoyo de otros. ¿Cómo entonces puedo elegirlo? Claramente, seguiré mis intereses bestiales.

Por lo tanto, necesitamos cultivar el deseo por esta parte oculta llamada «el deseo por el otorgamiento.» Es algo totalmente nuevo, y cuando llegues a conocerlo, será un mundo completamente diferente, una nueva realidad. Tú mismo, serás diferente porque desarrollarás nuevos órganos de percepción y nuevos deseos dentro de ti.

Simplemente te dividirás en dos con una línea divisoria muy clara: de un lado estará todo lo que tienes hoy, y en el otro, todo lo nuevo, sin ninguna conexión entre ellos. Lo que tendrás en este lado nuevo será llamado tu alma. Sin embargo, tendrás que cultivar este sistema a partir sólo del punto que posees por el momento, el cual no tiene ningún objetivo o dirección.

El problema yace en el hecho de que no ves cuál es tu beneficio. Es imposible verlo en tu ego. Y si piensas que imaginas y deseas algún mundo espiritual en tu ego justo ahora, significa que estás viendo el mismo mundo material. Sólo piensas que es parte de la espiritualidad, en realidad, todo esto no es sino materia.

Aun así, toda esta imagen engañosa e ilusoria es necesaria sólo para construir la auténtica, específicamente con su ayuda.

(27588 – De la cuarta parte de la lección diaria de Cabalá del 24 de noviembre 2010 – Cuerpo y alma.)

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