A dos pasos de la entrada

Pregunta: Estas convenciones parecen haber abierto una nueva puerta para nosotros y todo lo que hacemos a partir de aquí parece insípido, como si hubiéramos perdido toda su  jugosidad previa.

Respuesta: ¡¿Entonces por qué no han pedido eso?! Constantemente están diciendo: «¡Nosotros! ¡Nosotros!» ¡¿Entonces por qué no pidieron todos juntos?!

Pregunta: Siento que este es un nuevo estado en el cual aún no sé cómo pedir. Es como si hubiéramos tocado algo, pero aún no lo hemos procesado lo suficiente como para poder cumplir en realidad con ello.

Respuesta: No se les pide que pongan su petición en palabras lindas y elaboradas. Un padre entiende un simple llanto.

Pregunta: Entonces ¿porque no lo hemos pedido?

Respuesta: Porque ustedes no pueden unirse y apoyarse mutuamente. Aún hay diferentes cálculos que los controlan: vergüenza, falta de disposición; en pocas palabras, todavía no hay verdadera decisión, en la cual ustedes simplemente den el paso sin ningún cálculo.

Pregunta: ¿De dónde viene la vergüenza que no me deja dar el paso? Hablamos mucho de cercanía y unidad, pero sé que aún hay ataduras en mi corazón, limitaciones que dictan qué está permitido y qué está prohibido.

Respuesta: Esto se debe a que el Creador aún está lejos de ti; por el momento no sientes que está cerca. Tienes que tratar más fuertemente de imaginarlo a Él en la forma de la unidad en el grupo, que es en realidad lo que hemos comenzado esta semana. El «Creador» es la esencia del resultado de la unidad. Por esto tenemos que pedir y hacia esto tenemos que volvernos.

En cualquier caso, necesitamos un clamor, una plegaria, una petición, que esté libre de cualquier cálculo. Si no pueden alcanzar eso significa que aún están lejos del Creador y que el Creador está lejos de ustedes.

Pero todas las quejas también están justificadas y son de ayuda. Mientras más se quejen mejor. Estas quejas llevarán al cálculo correcto y adecuado.

Pienso que esta vez hemos dado un gran paso hacia adelante. No es sólo un paso; en realidad hemos entrado y hemos profundizado en las clarificaciones, abriendo mucho nuestros corazones, aunque no hemos retirado su cáscara con un «cepillo de hierro». Esta es en realidad una buena aclaración: hemos comenzado a sentir, a tener sensaciones, a observar dónde está realmente esta unidad, cómo descubrimos el AHP del superior, un nivel elevado, cómo nos identificamos, cómo identificarlo, cómo nos adherimos todos a éste para que nos eleve, y cuál es la relación que tenemos con él.

Hemos atravesado muchas cosas que se relacionan con la conexión y la unidad, y aun cuando parecen sublimes, distantes, y abstractas, gradualmente se solucionarán en nuestra sensación. Entonces será más fácil para nosotros acudir a ellas y cumplir con ellas.

Pienso que ésta convención es muy profunda y nos ha traído a la clarificación más profunda e intensiva. Está destinada a las personas que en realidad están a dos pasos de entrar a la espiritualidad. Estoy muy feliz de que gracias a la sensación en el grupo de aquí y del grupo mundial, yo pueda hablar de una forma en la que nunca había podido hablar.

Pregunta: ¿Cuál debe ser la petición correcta?

Respuesta: «¡Ábrenos la puerta!»

Es en el momento que sientes que todas las puertas están bloqueadas, que todas las puertas están cerradas, que clamas. Esta es la puerta número 50, el estado deseable del que hablamos y leímos tanto. Ahora la están sintiendo en la práctica, y sólo falta la plegaria colectiva, la presión, la persistencia. Traten, hagan un esfuerzo, esto vendrá…

Estoy muy feliz por los estados por los que hemos pasado.
(89095)
De la Convención de Unidad, día dos del 9/21/12, Lección 4

Material Relacionado:
Pidan por la resurrección de los muertos
Lloren por la salvación
La persona nace en gozo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *