Anhelos maravillosos y destructivos

thumbs_Laitman_200_02Baal HaSulam, «La Paz«: A pesar de que hasta ahora he comprobado que uno debe trabajar en beneficio de las personas, ¿dónde está la prueba de que esto deba hacerse por el Creador? De hecho, la historia misma se ha encargado de esto en vez de nosotros y nos ha preparado un hecho establecido, suficiente como para una apreciación completa y una conclusión inequívoca.

¿Es suficiente con que nos preocupemos sólo del mundo cuando nos acercamos al público? ¿Es suficiente con que construyamos una vida feliz, integral, global, una sociedad en la que todos trabajemos juntos en colaboración y coopera con los demás? ¿O deberíamos dirigir todas nuestras acciones hacia el deleite del Creador, hasta el punto de que sin ella no podríamos levantar un dedo y atravesar ningún problema por esta humanidad doliente o prestar atención a lo que está pasando? Si es imposible deleitar al Creador, entonces dejemos que se queme el mundo entero.

Yo les presento esto de manera brusca y con todo rigor a propósito, aunque no todos lo entenderán. Después de todo, en realidad, es el nivel superior el que determina todo lo que se refiere al nivel inferior. Si nosotros anhelamos y nos centramos en la meta de la creación, esto significa que tenemos un deseo que se corresponde con ella, un punto en el corazón que está conectado con la meta de la creación y no un anhelo social amable, mundano. Nuestro trabajo en el camino hacia el final de la corrección es, básicamente, confiar en el principio de «Israel, la Torá, y el Creador son uno». Esto significa que si el Creador no es parte de nuestros planes, no tendremos éxito en nada de lo que hagamos y todas las iniciativas buenas se volverán inútiles intentos por establecer el comunismo o los Kibbutzim, y nada más que eso.

(116308 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 9/08/13, Escritos de Baal HaSulam «La Paz»)

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