Atrapa el final del hilo que vuelve al Creador

Tora, Deuteronomio 17:8 – 17:10: Cuando no puedas emitir un veredicto en materia legal, distinguir entre sangre y sangre o no puedas determinar qué sentencia dictar o no puedas distinguir entre una afección de una afección o cuando haya desacuerdo en tus ciudades, deberás ascender al lugar que escoja el Señor, tu Dios. Allí deberás presentarte ante los Sacerdotes -de la tribu de Levi- y ante la autoridad judicial que actúe en aquellos días. Les expondrás el caso y ellos dictarán la sentencia del asunto. Y deberás proceder de acuerdo a la sentencia que dicten desde allí, desde aquel lugar que elija el Señor. Deberás poner cuidado en hacer tal cual te indiquen.

El hombre nunca puede decidir por sí mismo cómo actuar. La solución del problema se puede encontrar solamente en el nivel siguiente: en el nivel de Levitas (ascenso a Bina) o en el nivel de Kohanim (ascenso a Jojma). Esta es la única manera en que podemos acumular fuerza para nuestra propia corrección.

Está escrito: «Cuando no puedas emitir un veredicto en materia legal, distinguir entre sangre y sangre o no puedas determinar qué sentencia dictar o no puedas distinguir entre una afección de una afección …» Habla del escrutinio que hace la persona, de sus cualidades; pues, no sabe que lo impulsa: cualidades correctas o incorrectas o, pensamientos correctos o incorrectos. No se sabe dónde se esconde su egoísmo, cómo lo incita y le da algún tipo de soborno.

Por lo tanto, cada uno debe subir siempre a un grado, donde pueda decidir sus acciones e intenciones con la ayuda de un estándar externo. Requiere una fuerza especial: el siguiente grado, ascender, aceptar sus cualidades y consejos, para que cambie, pruebe y sea subyugado. Así, estará seguro de avanzar correctamente.

Avanzamos así, en constante contradicción «entre sangre y sangre» ¿de qué otra manera? Si desde el principio de la creación hasta su completa corrección, el hombre es egoísta y, cada vez mayor y mayor egoísmo se revela en él.

Digamos que te corregiste en un 90%, pero el 91% revelado, que debe ser corregido, es más grande que todo lo anterior. Por lo tanto, no puedes confiar en nada y cada vez que no comprendes nada, preguntándote y maravillándote ante todo lo que sucede.

Cada vez, el único y amable Creador, desaparece completamente de tus sentidos y en Su lugar, hay multitud de todo tipo de odio, traidores y perros malvados. Todo esto, de nuevo, debes relacionarlo con el Creador, por tu falta de conexión con Él. Es decir, estas son las cualidades creadas específicamente en ti, para que te acerques al Creador. No hay opción.

Todo está arreglado de forma tan sorprendente que involuntaria, consciente o inconscientemente o como resultado de grandes problemas, preocupaciones, desvelos, búsqueda y lucha interna contigo mismo, finalmente atrapas el final de este hilo que te devuelve a la singularidad del Creador y a Su absoluta bondad.

Ese es el camino de la conciencia -escalofriante por un lado y hermoso por otro- porque naciste al nivel del Creador y te vuelves semejante a Él.
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De Kabtv “Secretos del Libro Eterno” 24/ago/16

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