Pregunta: ¿Debemos ponernos aceptar internamente todas las molestias que vienen del mundo externo?
Respuesta: En general, la primera reacción de la persona a lo que sucede en el mundo es un deseo de cambiarlo todo, de organizar de nuevo el mundo, de cambiar las fronteras, de una economía saludable. ¡Esta es la reacción natural de nuestro ego, es decir de nosotros mismos, la cual descubrimos hasta que de repente empezamos a entender que todo esto es una tontería!
¿Dónde han visto que un cambio de un sistema a otro haya ayudado a mejorar la situación? Por el contrario, al final, las cosas empeorarán. Al principio nos parece que todo va bien, que al parecer hemos logrado algo y que todo está bien. Pero a medida que pasa el tiempo, resulta que será mucho peor que antes. Y esto es natural porque no estamos avanzando hacia la corrección.
Ahora lo que nos queda es sólo reconocer nuestra relación no corregida con el mundo.
Todo lo que sucede en el mundo sólo puede corregirse a través de nuestro acercamiento con el Creador, porque todo se deriva de Él con el fin de empujarnos a que seamos más cercanos a Él. Nosotros estamos alejándonos constantemente del Creador. Si entendiéramos que es necesario que lo añoremos a Él, entonces realmente podríamos comenzar a acercarnos a algo bueno. Pero al final, Él nos aleja cada vez más, para que podamos llegar a un reconocimiento pleno de nuestro ego.
Cuando comenzamos a corregirnos un poco a nosotros mismos, avanzamos en nuestro ego como las líneas derecha e izquierda, y ya entendemos mejor cómo actuar. Aparece dentro de nosotros un método de cómo trabajar con la crisis y corregirla y a través de él nos acercamos al Creador. A través de este nos corregimos; nosotros removemos y despejamos la crisis sin tocar la economía, la educación, la información, la tecnología, o alguna otra cosa. Todo esto es una tontería, porque el cambio y la nueva organización en todas estas áreas no aseguran en cualquier caso nada bueno.
Pero cuanto más fuertemente nos acerquemos al Creador, más alejados nos mantiene Él de Sí mismo, y a través de esto se descubre el mal, y de esta manera movemos rápidamente todo del mal hacia el bien. Por lo tanto no es necesario aspirar a cambiar el mundo, la sociedad y todas las áreas de la vida.
Todo lo que necesitamos hacer es cambiar a la persona como fundamento para cambiar al mundo. Esto es específicamente lo que tenemos que aprender por nosotros mismos, para explicárselo a la humanidad, y para enseñárselo a los demás.
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