Cómo ganar nuestra guerra

qqqPregunta: En las fuentes se nos dice que el Creador maneja todas las guerras por nosotros; Lucha por los hijos de Israel, los expulsa de sus tierras y los devuelve a ella, les ofrece la victoria y la derrota. ¿Es correcto esto también en el siglo XXI?

Respuesta: En realidad no es tan simple. De hecho, no sabemos qué sucedió exactamente en la antigüedad, de tal forma que es difícil hacer la comparación en la actualidad. En primer lugar debemos entender el concepto de «las guerras de Israel».

De hecho, todas las guerras de los hijos de Israel ocurren dentro de ellos, en contra de la «inclinación al mal» que perturba su conexión. Debido a su incapacidad para conectarse y transmitirle el método de corrección al mundo entero, se les añaden problemas externos a sus molestias internas y nosotros también debemos invertir esfuerzos en ellos. Así fue como se libraron muchas guerras.

En nuestro camino desde Egipto, pasamos a través del Monte Sinaí y del desierto del Sinaí; allí no sólo luchamos una vez contra Amalek y contra otros enemigos. Después de eso comenzaron las guerras de la conquista de la tierra de Israel; siete naciones habitaron allí y nos vimos obligados a lucha contra ellos para expulsarlos de la tierra.

Pero éstas eran las guerras internas. Las siete naciones vivían tanto en nosotros como en nuestro mundo. Y, en general, lo que ocurre en el alma también es copiado por fuera; nuestro mundo es una copia que es un reflejo de nuestra alma.

Entonces la base de todas nuestras guerras es interna. Nos corresponde a nosotros luchar contra nuestro ego que nos separa y nos aleja. Y de acuerdo a la Torá, depende de nosotros el ser como un hombre con un corazón. Tenemos la obligación de luchar por la conexión.

Pregunta: ¿Significa esto que no se trata de una meta determinada desde el principio para todas estas guerras?

Respuesta: Sí, hay una meta: alcanzar la conexión de acuerdo al nivel actual, al período actual. La imagen que vemos afuera se encuentra dentro de nosotros. Esto significa que todos nuestros enemigos, todos los antisemitas, y en general las personas, la humanidad, toda la realidad, todo, está dentro de mí. Y sólo así tendré la posibilidad de relacionarme correctamente con todo esto y ver este reflejo externo que hace que sea posible que yo diferencie y reconozca lo que está sucediendo, y por lo tanto luche. Pero la guerra es interna: es conectar mis buenas características y avanzar con su ayuda, elevarme por encima de mis características malas, egoístas. Esta es la forma en que me siento victorioso sobre mis enemigos, mis defectos. Y luego, por fuera, yo también derroto a los enemigos externos.

Pero la victoria es sólo por medio de la Luz que Reforma. Está escrito, (Kiddushin 30b) «Creé la inclinación al mal, creé la Torá como una especia, porque la Luz que hay en ella reforma». Esto se refiere al poder que nos separa y también al poder de la Luz que nos ayuda a conectarnos y a ganar.

Pregunta: ¿Cómo funciona este mecanismo de trabajo en una nación en un estado de guerra? Más precisamente, estoy refiriéndome a la nación de Israel que está involucrada en una guerra con Hamas?

Respuesta: No estamos haciendo las correcciones, no estamos conectados entre nosotros, no nos hemos conectado con las naciones del mundo, y no les hemos ayudado a unirse entre sí. Somos culpables de su situación actual, porque sólo a través de nosotros llega la Luz al mundo; nosotros debemos ser una «Luz de las naciones». Y si no hacemos esto, entonces tenemos una guerra. Esas características que no hemos corregido a través de conexión las vemos como nuestros enemigos y nuestros aborrecedores.

¿Hemos tenido éxito al corregirlas? ¿Hemos logrado ganar esta guerra? El verdadero héroe es el que «transforma a sus enemigos en aquellos que lo aman».

Pregunta: La guerra siempre inflama las pasiones del pueblo; hay quienes están de acuerdo y quienes no lo están, cada uno tiene su propia opinión. ¿Son estos síntomas de separación lo que hay que corregir? ¿Vale la pena estimular el debate para tratar de conectar todos los extremos?

Respuesta: Sí, sin embargo, la guerra está diseñada para despertarnos. La guerra en sí misma no puede corregir nada. Sólo a través de una cadena de problemas se nos puede empujar a una comprensión obligatoria de la situación, hasta que entendamos que sólo depende de nosotros. Pero no con las fuerzas armadas o con nuestra estrategia militar, únicamente con la conexión, con la Arvut que alcanzamos entre las personas y al convertirnos en un ejemplo de la conexión correcta que hace que sea posible superar la crisis y alcanzar la armonía general.

Pregunta: ¿Cómo podemos proseguir la guerra después de que ya ha estallado?

Respuesta: Sin más elección estamos combatiendo un enemigo externo y, sin embargo, tenemos muy claro que, de hecho, estamos luchando con un enemigo interno. Junto con las operaciones militares, depende de nosotros el fortalecer, ampliar y aumentar la conexión entre nosotros, porque esta es la parte principal de la guerra. Las tropas que están en Gaza, la «Cúpula de Hierro», todo sesto son sólo imprescindible para ganar tiempo para las correcciones internas.

Pregunta: ¡Cada momento es precioso! Nuestros amigos están cayendo en el campo de batalla. Entonces, ¿cómo podemos volvernos más sabios, mientras estamos inmersos en una vorágine sin fin de noticias?

Respuesta: No es necesario que se desconecten de la corriente de las noticias, aunque la mayor parte de ellas no son ciertas ni son exactas. Sin embargo, yo sugeriría la participación con conexión. Esto significa llegar a los talleres que estamos haciendo en todo el país, entrar en nuestro sitio web y aprender qué es la conexión entre las personas. Incluso el esfuerzo mental, leer algún artículo, ya son una gran corrección, y a través de esto se extiende la Luz a través de nosotros hacia todos los hijos de Israel y a través de ellos a todas las naciones del mundo. Así es como se calmará todo.

Vamos, hagamos esto con todos los hijos de Israel, y luego veremos los resultados a lo largo del mundo. Todos nos apoyarán repentinamente, incluyendo a nuestros intransigentes vecinos.

Pregunta: ¿Esto significa que para tener un gran avance es suficiente con abrir las puertas e ir hacia los demás?

Respuesta: Sí, «Nosotros abrimos las puertas del corazón».

Estas batallas que libramos son las «guerras de Israel» y no las batallas contra los enemigos externos. La verdadera batalla se libra en el corazón, en los anhelos Yashar El, en los que luchamos para conectar nuestros corazones en su conjunto un solo corazón, para ser como una persona con un corazón.

De hecho, el pueblo de Israel en el Monte Sinaí estaban de pie ante un inmenso ego, una montaña de odio (Siná), bajo condiciones de conexión. Y la tierra de Israel (Eretz Yisrael), es un deseo (Ratzón) que anhela directamente al Creador (Yashar-El), al deseo de otorgar, porque «Amarás a tu prójimo como a ti mismo».

Para llegar a la tierra de Israel hemos tenido que aceptar las condiciones de Arvut, conexión, de ser como una persona con un corazón, y después de esto pasar a través de una corrección de los cuarenta años. Pero el Israel moderno ya ha existido durante 66 años y no nos hemos acercado unos a otros ni un milímetro, probablemente hemos estado más cerca de lo contrario; aparentemente no hay pueblo de Israel, y la tierra de Israel no existe como un concepto espiritual interno en el que debamos vivir.

Y no hay guerras de Israel en el sentido verdadero, porque no estamos luchando para convertirnos en el pueblo de Israel que vive en la tierra de Israel, y somos sólo un grupo de exiliados.

Pregunta: Si la guerra es una «batalla» para conectar a la gente, entonces ¿cómo maneja exactamente el Creador la batalla?

Respuesta: Si tenemos éxito al irrumpir con la orientación actual y al atraer la Luz Superior, el poder de la conexión, entonces esto combatirá por nosotros.

(140104 – Del Kab.TV «Los cabalistas de escriben Las guerras de Israel» del 7/21/14)

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