Cómo hacer realidad lo que se desea

laitman_2008-10-29_9268_wp[1]El Kli (la vasija) es una forma impresa por la Luz dentro del deseo. Es un intento de la vasija por llegar a un cierto estado particular para alcanzar el llenado. Si estoy buscando una forma específica de llenado, eso significa que mi deseo ya ha adquirido la “forma” y propiedad de lo que yo deseo.

La Luz ya está presente dentro de mí, pero existe en la forma de un registro informativo (Reshimo), bajo la forma de un cierto vacío, una figura hueca. No lo siento como llenado, ni como placer.

En la espiritualidad estos son contiguos y lo mismo se aplica al mundo material; cuando deseo algo, lo veo, lo percibo y pienso lo que necesito hacer para conseguirlo. Únicamente por medio del esfuerzo puedo lograrlo.

En otras palabras, tengo que dar un nuevo giro al deseo que ya existe para que sea posible revelar “la gran Luz” que llamamos llenado dentro de la pequeña Luz llamada “Reshimo”. La cantidad de Luz depende del tamaño de mi deseo.

Siento una deficiencia de llenado porque la Luz ya existe y esta brillando sobre mi desde cierta distancia, despertando mi Reshimo y obligándome a esforzarme por alcanzarla. La diferencia entre Reshimo y llenado depende sólo de mi deseo, puesto que la Luz es eterna y permanente. Reshimo es la Luz dentro de mí que aún no se ha manifestado en mis deseos.

Debo acelerar mis esfuerzos para incrementar la intensidad de mis deseos y revelar el llenado que ya existe dentro de mi. Debido a la débil intensidad de mis deseos los siento como Reshimo, como falta de llenado.

Existo en un océano de Luz eterna, constante e interminable pero no puedo sentirla porque no tengo contacto con ella, ni poseo cualidades en común. Si surge dentro de mí el más leve deseo por la Luz empiezo a sentirla.

Por un lado, la más ligera de las sensaciones confirma que la Luz existe y, por el otro lado, me hace lamentar no sentirla en toda su extensión. El pesar que siento por  no sentir la Luz en su máximo nivel se llama “Hisaron” (la falta de llenado) que me impulsa a tratar con más empeño a alcanzar la Luz.

Cuando empiezo a aumentar el nivel de mis esfuerzos, la Luz que siento en mi deseo más débil como Reshimo se vuelve llenado. La Luz no cambia, pero a medida que mi deseo crece, el deseo se vuelve real.

Siempre me encuentro en un océano de Luz, pero la diferencia es que puedo exponerme a ella en una escala mayor o menor.

(Extracto de la lección sobre el Prefacio a la sabiduría de la Cabalá, correspondiente al 1 de diciembre.2009)

Material Relacionado:

De la lección sobre «Prefacio a la Sabiduría de la Cabalá», 01/12/2009

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