Con la ayuda de la simple psicología del egoísmo

Dr. LaitmanEs necesario que ustedes alcancen el punto en el que toda su vida esté dentro de los amigos, junto con ellos, en la unidad colectiva en la que no hay diferencia entre nosotros. Nuestros cuerpos desaparecen, y existe sólo el deseo que siente el placer de la conexión y no se desgarra. Todas las partes no sólo quieren unirse sino que ya se han adherido a las demás y se han disuelto en la unidad general, después de haberse convertido en un material homogéneo completamente uniforme.

Todas las características y diferencias desaparecen en él porque nos complementamos tanto que nos convertimos en una sola unidad, tanto, que no me importa de quién son estas manos, estos pies, éste cerebro, esta espalda. Todo es colectivo como la imagen de una persona. Nosotros comenzamos a sentir fuerza dentro de esta unidad que revive esa imagen general que hemos construido, la cual es llamada el ser humano, Adam. Esta fuerza que vivifica se llama el Creador.

Nosotros tenemos que esforzarnos por esta y vivir en ella todo el tiempo. Cada momento tenemos que buscar cómo fortalecer esta forma en la que llegamos a amar al Creador a través del amor a los amigos. Si, por un momento, yo dejo esta búsqueda y no refuerzo este estado, caigo inmediatamente. No lo sentiré esto de inmediato, pero no hay duda de que caigo. Podemos movernos sólo en una dirección u otra. No hay estados fijos en la espiritualidad. No piensen que ustedes pueden parar y descansar. Ya sea que lo quieran o no, en el mundo espiritual, es necesario sentir hacia dónde se dirigen a cada segundo: hacia la unidad conjuntamente con todos o en la dirección opuesta. Es una o la otra.

Aquí se requiere que temblemos de miedo, el cual es el primer mandamiento, y sin la cual ustedes no pueden siquiera aspirar a avanzar un poco. Si algún objetivo material en este mundo me obliga a cambiar de dirección, a pensar que el grupo, la conexión con el Creador nos va a ayudará llevar a cabo esta tarea material, entonces ya es buena porque cambia mi dirección.

Al menos, no me dirijo hacia un interés personal, sino hacia algo colectivo, junto con todos. Esto ya nos obliga a recordar que necesitamos al Creador, porque sin Él, no tendremos éxito.

Si esto no existe, entonces deberán enviársenos golpes más fuertes para que sintamos nuestra impotencia, lo mismo que al mundo entero, y nosotros estamos obligados a recordar que sólo el Creador puede ayudarnos. Nadie más puede hacerlo. Lo más importante es cambiar de dirección. Tan pronto como hacemos esto y comenzamos a trabajar en la dirección correcta de la unidad, aclarando qué y por qué necesitamos esta conexión, inmediatamente cambiamos la meta y los medios.

En primer lugar, necesitamos al Creador para ser exitosos en la consecución los diversos objetivos externos, y ahora entendemos que los objetivos externos fueron colocados intencionalmente frente a nosotros con el fin de asustarnos y obligarnos a recordar al Creador. Por lo tanto, nosotros somos despertados sobre la base de un simple egoísmo psicológico.

Por el momento, se trata de un enfoque puramente egoísta, pero este nos enseña a no salir de la «santidad». Después de todo, hay santidad incluso en esta conexión.

(112816)
De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 7/18/13, Escritos de Rabash

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