Con nuestro rostro vuelto hacia el país y hacia el mundo

En el verano de 1940, Baal HaSulam publicó el diario «La Nación» en el último intento por llegar a cualquier acción práctica antes del Holocausto y frente a los problemas que envolvía el mandato en Palestina en aquéllos tiempos. Quería alguna manera empujar a la nación más cerca de la unidad e hizo todo lo posible para lograr esto. Sin embargo, tan pronto como el asunto se hubo publicado, sus enemigos de inmediato se levantaron y reportaron el periódico a las autoridades británicas, quienes cerraron el periódico a causa de una acusación de agitación socialista.

Hoy en día, tampoco tenemos ninguna otra solución además de realizar el camino ofrecido por Baal HaSulam, el camino de la unidad. La situación que se ha planteado en Israel y en el mundo no es menos amenazante que la situación en su tiempo. Pero las condiciones son ahora distintas, incomparablemente más favorables.

Tenemos que asumir la responsabilidad sobre nosotros mismos y darnos cuenta de ello. Y estamos capacitados para esto. Tenemos la base de preparación para hacerlo, las oportunidades, y las condiciones internas y externas necesarias. Todo lo que está construyéndose es sólo para que podamos organizarnos correctamente, y cuando lo hagamos, el éxito se cruzará en nuestro camino muy pronto.

Vamos a impregnarnos por el espíritu que Baal HaSulam quería transmitir y al cual nosotros, sus seguidores, debemos dar vida hoy en día.

Tenemos muchos grupos alrededor de todo el mundo. Y en este sentido es importante que entendamos que todos aquéllos que están vinculados personalmente con la corrección del mundo, quienes han recibido un punto en el corazón, son llamados «Israel». Ellos son los que están dirigiendo el mundo hacia adelante, mientras que viven y actúan en sus respectivos países. Es similar a la manera en la que el grupo central en Israel está ayudando a toda la nación judía a entender y a darse cuenta de la necesidad de la garantía mutua. Todos los grupos en cualquier país se encuentran en la misma situación.

Los países del mundo son como los órganos del cuerpo en común, que pertenecen a diferentes sistemas de apoyo a la vida. Por lo tanto, nuestros grupos pueden conducir fuerzas vitales en sus respectivas naciones en cualquier parte del mundo. Cada parte de nuestro movimiento en el mundo, cada grupo tiene la misma relación con su nación, como la que nosotros tenemos con la nación de Israel.

Por lo tanto, las palabras de Baal HaSulam son aplicables a cualquier grupo, así como a todos los grupos juntos y su relación con el mundo, porque, como sabemos de la ciencia de la Cabalá, lo particular y lo general son iguales.

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