¿Con quiénes debemos realizar nuestro ataque?

Pregunta: ¿Qué puedo descubrir en la convención del Arava?

Respuesta: Tú descubrirás lo que tú quieras; tú descubrirás lo que sea para lo cual te hayas preparado. ¿Tal vez estés preparándote para darte cuenta que la carne y el arroz son deliciosos?

En nuestra conexión queremos alcanzar una verdadera deficiencia, y tenemos que ir a la convención con el anhelo correcto. Esta tiene que ser tan clara que podamos sentirla en nuestros huesos.

Pregunta: ¿Debemos establecer antes de la convención las condiciones que debemos tener? ¿Esto nos ayudará a descubrir la deficiencia correcta?

Respuesta: Sí, por supuesto. ¿Cómo es posible, sin condiciones previas? No podemos precipitarnos. Si alguien no se prepara, no hay ninguna razón para que vaya. Al hacer eso él está poniéndose tropiezo sí mismo y a los amigos, y tendrá un castigo espiritual por ello, como el tonto que hace un agujero en el barco colectivo. Todos deben ser responsables de lo que está pasando con él. Hay tiempo para que todos se corrijan a sí mismos de acuerdo a las condiciones en las que tú decidas.

Tú debes presentar estas condiciones a cualquier persona que tú pienses que está lista para el ataque. Así que piensa, ¿a quienes estás tomando contigo y a quienes no? Has una lista de nombres. El criterio aquí no es cuánto sabe la persona, ni la cantidad de años que ha estudiado, sino el nivel de su deseo: ¿Cuánto lo desea él y si es capaz de ayudar?

Todos deberían llevar a cabo su trabajo en el barco, desde el capitán hasta el más joven aprendiz. La única pregunta es: ¿Cuan enfocado están cada uno en la meta?

Pregunta: ¿Qué es ese castigo espiritual?

Respuesta: Si no cumplo con los amigos por mi participación equivocada, entonces ciertamente seré castigado por eso. El daño que cause volverá a mí como un boomerang.

De la misma manera, también puedo recibir la recompensa a través de los amigos cuando avanzo con ellos y recibo de ellos los poderes, las direcciones, y la asistencia; yo sólo añado un poco de mí mismo. En nuestro mundo, es como trabajar en un ámbito determinado y ser capaz de cambiar mi sueldo por numerosos bienes y servicios que los demás me ofrecen. Cuando me conecto con ellos, me proporcionarán todo lo que necesite para vivir una buena vida. Es lo mismo en la espiritualidad: Yo trabajo en mi lugar en el barco y hago mi trabajo con fidelidad y junto con todos los demás llegamos a nuestro destino. ¿Puedo cruzar el océano por mí mismo?

Pregunta: ¿Cómo puedo comprobar si estoy listo para la convención?

Respuesta: Pregunta a tus amigos de todo el mundo qué piensan ellos que es la preparación. Tú debes escribir sobre esto por ti mismo, para que todos sean capaces de comprobar por sí mismos si va a venir físicamente o si va a participar de forma virtual. Mujeres y hombres deben escribir por separado, y luego discutir el asunto y en estrecha colaboración adherirse a la decisión que se tome.

Lo más importante es la deficiencia; no necesitamos más que eso. Por lo tanto, se trata de la aclaración de la deficiencia, o de la aclaración de los obstáculos en el camino para alcanzarla, ¿qué interrupciones debo tomar conmigo con el fin de afinar las cosas y llevar a cabo la corrección?

Pregunta: ¿A quién debo pedir la deficiencia durante la lección: a mí mismo o a los demás?

Respuesta: Está escrito: «El que ora por su amigo recibe la respuesta en primer lugar». Pero si tú estás pidiendo por los amigos sólo para que puedas ser el primero, tus oraciones no serán contestadas. Eso no es una oración por el amigo.

Pregunta: La última vez antes de salir al desierto, nos dieron la oportunidad de superar muchos obstáculos. Ahora, sin embargo, tenemos que encender el deseo por nosotros mismos. ¿Es esto lo mínimo con lo que tenemos que llegar al desierto?

Respuesta: Hoy en día mucho se exige más de ti. En ese momento se esperaba una revelación, pero nosotros no dijimos exactamente lo que debería revelarse. Ahora decimos: Tenemos que revelar el deseo, la deficiencia. Yo no necesito nada, solamente este deseo.

¿Hacia qué exactamente está dirigido esto? ¿A la revelación del Creador? No, está dirigido a otorgar. Ninguno de nosotros tiene el deseo de otorgar, y queremos que se manifieste en todos nosotros. Después de todo, el deseo de otorgar que me llena es en realidad la Luz. Estoy feliz porque quiero otorgar, y no necesito nada más que eso. Incluso si el Creador no me permite otorgar, el deseo solamente me llena y me trae placer.

Entonces nosotros comenzamos a comprender los detalles, y a subir la montaña hasta el palacio del Rey.

No hay nada que añadir aquí. Tenemos la oportunidad de llegar a la deficiencia correcta, que nos llenará. No necesitamos nada más.

(67956 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 1/29/12, «Introducción al Estudio de las Diez Sefirot»)

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