Corrección final para todos los descensos

El camino espiritual pasa por ascensos y descensos. A través de los descensos, el Creador revela el deseo de recibir (inclinación al mal) en nosotros para que sintamos cuán lejos estamos del Creador. Entonces, con la ayuda de una buena inclinación, nos acercamos al Creador y a través de la sensación de estados de distanciamiento y acercamiento, nos movemos más y más hacia el propósito de la creación.

El propósito de la creación es acercarse al Creador y a la adhesión completa con Él sin ninguna limitación. En relación con este estado, debemos sentir cuán lejos estamos del Creador ahora.

Por lo tanto, primero siempre hay un descenso y distanciamiento, luego un ascenso y acercamiento. De esta forma y con tales pasos, eventualmente llegamos a la adhesión completa con el Creador. Es decir, un ascenso es imposible sin un descenso previo. Necesitamos acostumbrarnos a ello, saber cómo pasar por tales estados, y apreciar los descensos porque a través de ellos aprendemos y adquirimos el siguiente estado y el ascenso que viene después de ellos.

El ascenso no puede ser mayor que el descenso. En cada descenso, tienes que comprender, sentir e imaginar ya el futuro ascenso. Todo el camino consiste en descensos y posteriores ascensos. Al principio, sentimos cómo nos alejamos, lo mal que nos sentimos, y se pierde todo gusto incluso por la vida corporal. Luego, al superar el descenso, sentimos que nos acercamos a la espiritualidad y profundizamos en ella de forma cada vez más tangible.

Así, a través de descensos y ascensos, caminamos hacia un estado que solo será un ascenso: la corrección final de todos los descensos.

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