Dentro de la ley de garantía mutua

Estamos dentro de la ley de garantía mutua y avanzamos de acuerdo con ella. Nuestra vida depende de obedecer esta ley, lo queramos o no, lo entendamos o no. La humanidad avanza en dirección de la garantía mutua.

Incluso si ves hacia atrás, hace sólo tres meses, un período insignificante en comparación con la vida humana, verás que cambiaron nuestras ideas sobre nuestro desarrollo, sobre el presente y el futuro. Es un gran avance.

Hace tres meses, pensábamos que la pandemia acabaría rápidamente y nos permitiría volver a nuestra vida anterior. Pero ya nadie lo piensa así.

Mira la revolución que ocurre en la humanidad, en miles de millones de individuos y cómo cambian su actitud ante la vida. Empiezan a darse cuenta de que se encuentran en una especie de proceso obligatorio, del que no pueden librarse. No controlan su vida, la vida los controla y tira de ellos y no, hacia la meta que ellos escogieron.

La vida no volverá a ser la misma. Estamos en un proceso en el que, en muy poco tiempo, podemos ver cambios dramáticos entre el pasado, el presente y el futuro. Todos han hecho descubrimientos muy importantes sobre su vida: se dieron cuenta de que hoy no será como ayer y mañana no será como hoy. Así, la naturaleza, el Creador, nos eleva a otro nivel de percepción de la realidad.

Nos estamos convirtiendo en socios del Creador, participando con Él en el mismo proceso, aunque sólo de forma pasiva por el momento. La naturaleza hace cambios y estamos en este proceso observándola mientras se revela ante nosotros.

Ya vimos que no controlamos el mundo ni podemos cambiarlo. Incluso si el futuro parece negro, entendemos que no hay elección, que lo que debería suceder, sucederá. Y surge la pregunta: ¿podemos cambiar algo?

Si queremos cambiar el futuro, estamos cada vez más dispuestos a aceptar las condiciones que el Creador nos impone. Puede que sigamos siendo pasivos, pero ya participamos en el proceso que se desarrolla ante nosotros. Esto se nota en los medios de comunicación, en la gente, en la familia, en nuestra vida y es un gran logro.

Gradualmente, todos inclinan la cabeza, ya no están tan confiados y seguros de sí mismos como antes. Entendemos que estamos dentro del flujo de la naturaleza. La naturaleza nos dio la ley de garantía mutua y cada día será más claro que sólo con la conexión correcta podremos organizar nuestra vida y que sólo la falta de nuestra buena conexión es la causa de todas nuestras desgracias.

Esto pronto quedará claro para todos y entenderemos que la ley de garantía mutua es vinculante y no hay más remedio que seguirla. Es mejor si nos esforzamos por lograrlo nosotros mismos, apresuramos el tiempo y lo acercamos cada vez más para obedecer antes de que nos exija y nos obligue a hacerlo por la fuerza. Queremos seguirlo de forma consciente, por nuestra propia voluntad.

Día a día, la humanidad se acerca a la garantía mutua y, abrirá cada vez más los ojos.
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De la 1a parte de la lección diaria de Cabalá 25/ago/20, Escritos de Baal HaSulam, Arvut (Garantía Mutua)

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