El amor es una calle de doble sentido

Pregunta: ¿Cómo podemos explicarle a la gente porque es necesario el amor?

Respuesta: Tú puedes amar el hecho de comer pescado a la hora de la comida, puedes amar a tu hijo pequeño o puedes amar al vecino o al Creador. Las mismas palabras designan nociones completamente diferentes.

¿Vale la pena elogiarle el amor por el vecino a una persona que ama el pescado? ¿Cómo puedes describirle el placer del otorgamiento? ¿Qué es lo que entenderá? ¿Decirle que tiene que darle su pescado a alguien más? ¿Es esto amor?

¿Qué significa amar al vecino? Esto tiene un significado completamente diferente. Amar al vecino significa agregar su deseo a ti mismo y trabajar con tu deseo para satisfacer su deseo. Entonces, ambos nos unimos en uno solo, donde yo lo satisfago y él se siente satisfecho. ¿En qué se siente satisfecho él? En su deseo. Su deseo en relación con el mío es como Maljut en relación con Zeir Anpin. Yo soy como el Creador y él, la creación. Este es mi trabajo.

Así, “amor” es la relación entre el Creador y la creación. Solo esto es amor, la actitud de la creación hacia el Creador. Si yo puedo construir este tipo de actitud hacia los otros, o en otras palabras, si yo adquiero la cualidad del Creador, la cualidad de otorgamiento y por medio de esta yo me relaciono con el deseo del vecino, justo como lo hace el Creador, resulta que el Creador esta dentro de mí y yo hago la acción necesaria en relación con el vecino. Esto significa que yo amo al vecino.

Nosotros no tememos el derecho de usar la palabra “amor” en ningún otro sentido, contexto o caso. De otra manera lo confundiremos con nuestro “amor por el pescado”.

Estamos hablando acerca de la medida en  la cual el Creador, la cualidad de otorgamiento, se viste dentro de mí. Primero que nada tenemos que cumplir el principio, “No hagas a otros lo que tú mismo odias”. Así me vuelvo neutral. Después de eso yo tengo que adquirir su deseo en vez del mío. El deseo de otra persona se vuelve más importante para mí y por eso él está más arriba que yo. Yo estoy listo para hacerlo todo por él, de la misma manera en la que yo lo haría por un niño enfermo en nuestro mundo. Yo estoy completamente en “corto circuito” en su deseo; es lo que me hace actuar.

Es exactamente así porque soy similar al Creador, como Zeir Anpin quien recibe una petición de Maljut. Mientras más capaz sea el deseo de una persona de activarme para el otorgamiento, más arriba estoy de él. Esto es amor. ¿Ves cuan diferente es esto de nuestras nociones actuales?

Mientras más pueda otorgar a otra persona, mas puedo proveerlo con la Luz de corrección. Después de todo, hay una garantía mutua entre nosotros. Yo no siento su deseo egoísta, sino que revelo dentro de él el deseo de estar en un sistema conmigo, así la Shejina reinará entre nosotros. ¿Entonces que debo proveerle a él? Le doy mi apoyo de garantía mutua, la cual él también me provee al revelarla en su deseo. Esto es amor.

Nadie esta complaciendo el egoísmo del otro. Yo no revelo el deseo egoísta en la otra persona, sino el deseo por el apoyo mutuo para poder revelar al Creador en la relación entre nosotros. El Creador no puede ser revelado individualmente o solo en mi actitud hacia otra persona, a menos que sea fortalecido por la misma actitud de parte de él. El amor no trabaja en otra dirección. Es una calle en doble sentido. Requiere una conexión de red a través de la cual los impulsos de otorgamiento están fluyendo, una red impregnada de sentimientos de amor, relaciones de garantía mutua y mutualidad por medio de la cual nos fortalecemos unos a otros.

Mientras tanto, el egoísmo permanece abajo, sin hacer ningún cálculo para llenarlo. Después de todo, nos elevamos por encima de esto, al conectarnos por medio de nuestra intención mutua por el bien del otorgamiento. Y cuando este alcanza un nivel especifico de unidad, al crear una nueva red sobre nosotros, entonces revelamos al Creador, la cualidad mutua de otorgamiento y amor entre nosotros.

(De la 4º parte de la lección diaria Cabalá del 6/20/11, «Matan Torá (la entrega de la Torá)»)

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