El amor no es indulgencia

Pregunta: ¿Cómo le otorga al mundo una persona?

Respuesta: Tú tomas los deseos de todo el mundo y los llenas tanto como puedas. Eso se llama amor. Esa es la ley del amor.

Pregunta: ¿Cuáles deseos voy a tomar?

Respuesta: Si los amas, llenarás solamente los deseos que les sean necesarios. Tú no le compras alimentos poco saludables a tu hijo. Le compras algo sabroso, pero lo principal es que sea saludable.

Pregunta: Pero ¿qué pasa si él quiere específicamente comida rápida?

Respuesta: Si tú le amas, no puedes llenar los deseos que son malos para él. Después de todo, tú no le darías a tu hijo un cuchillo para jugar si él te lo pidiera. ¿No es lo mismo con la comida rápida?

Una auténtica relación, un amor verdadero, te endurece. La pena que sientes ahora es realmente una pena egoísta; te sientes mal por ti, no por él. Si realmente sintieras lástima por él, le darías sólo aquello que es saludable para él, sólo lo que es benéfico para su desarrollo y nada más.

El niño se acostumbrará a esto muy rápidamente. Si te comportas de esta manera desde el principio, él no te pedirá cosas que le hagan daño.

(58815 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 10/26/2011, «El amor por el Creador y el amor por los seres creados»)

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