El desánimo es más contagioso que la influenza

Dr. Michael LaitmanPregunta: ¿De qué manera ayuda el grupo a que la persona vea que el Creador dirige al mundo entero?

Respuesta: No podemos avanzar si no construimos un sistema de apoyo para que todos tengamos una ayuda inmediata cuando caigamos. Está prohibido dañar a los demás, dejándolos descender. Si alguien va por ahí con una cara amarga, otro pierde su buen humor cuando lo mira, y lo mismo ocurre con un tercero. En última instancia, este mal humor se extiende a todo el grupo.

Debe convertirse en un hábito, en una costumbre, el tener una sonrisa en la cara. Si no una sonrisa, al menos deben mostrar interés, vigor y la grandeza de la meta. Todos deben actuar y traspasarle esto a los demás. Ustedes no pueden mostrarles a los demás que están cansados, no de forma externa, sino mentalmente, o que están agotados y que han perdido la energía y la fe.

Yo puedo estar físicamente enfermo, pero nunca le muestro a alguien mis descensos y las decepciones que llegan hasta el final de la corrección. Estas no son como son con los principiantes; más bien, cuanto mayor sea el nivel, más fuertes son. Pero de ninguna manera debe uno mostrar esto.

No está permitido que tengan mal humor o que muestren desánimo en un grupo. El grupo, está diseñado para apoyar a cada uno por separado y a todos juntos, gracias a una buena conexión que de repente comienza a funcionar de manera totalmente opuesta. Esto es muy peligroso y elimina muchos alcances previos. Nosotros debemos ser muy cuidadosos con esto.
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De la 1° parte de la lección diaria de Cabalá del 5/21/14, Escritos de Rabash

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