El deseo de las mujeres como motor de la creación

Pregunta: ¿Qué significa para fortalecer el deseo colectivo de las mujeres? ¿Cómo puedo añadirle a este mi propio deseo?

Respuesta: En la ciencia de la Cabalá, estudiamos que el universo entero está compuesto de dos partes: la Luz y la vasija, el deseo. El deseo es considerado femenino, y su medio de llenado se considera masculino. Es por eso que es más importante fortalecer el deseo de las mujeres. Virtualmente todo se desarrolla a través de él, tanto el superior como el inferior.

Incluso en nuestro mundo, sabemos que si no fuera por las mujeres y sus deseos, el mundo habría dejado de existir hace mucho tiempo. La mujer obliga al hombre, lo obliga a trabajar, a obtener, a construir una casa. Ella se encarga del cuidado del hogar: lo mantiene, da a luz, y nutre.

Por lo tanto, de acuerdo con la naturaleza, el hombre es el proveedor de energía, fuerza, y una mujer es la fuerza que lo crea todo, que trae a los niños, los educa y cuida de ellos. Así que no importa lo que un hombre haga, por definición, e incluso sin ser conscientes de ello, lo hace por causa de las mujeres que despiertan estos deseos en él. El signo menos, la parte femenina, siempre causa la acción del signo más, la parte masculina.

Todo en la naturaleza se organiza de esta manera: animales, plantas, y, por supuesto, nosotros. Tal vez no somos capaces de sentirlo, por nuestras propiedades egoístas, huimos de esto, lo oscurecemos. Sin embargo, en realidad, la parte femenina es siempre el fundamento, el principal determinante de nuestro movimiento hacia adelante. El hombre inconsciente, sin saber esto, se pregunta si obtendrá la aprobación ante los ojos de la mujer como resultado de sus acciones. Es realmente así, esta es la naturaleza.

Por lo tanto, las mujeres deben asumir la responsabilidad de dirigir, fomentar, y reajustar a los hombres correctamente, como una madre con niños pequeños. Según la medida en la que las mujeres asuman esa responsabilidad y ayuden a los hombres, los hombres se comportarán de manera diferente, estudiarán, se comunicarán unos con otros y se invertirán ellos mismos.

Necesitamos romper radicalmente, categóricamente con lo que está pasando en nuestro mundo porque todo está al revés. Necesitamos hacer de las mujeres una parte decisiva, es decir, sentir la necesidad de las mujeres por alcanzar la meta, mientras que la parte de los hombres tiene que ser responsable de llenar esta necesidad, este deseo de llenado.

(45535 – De la Lección 2, Convención en Moscú del 6/10/11)

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