El largo camino hacia el templo, parte 6

Dr. Michael LaitmanDías difíciles bajo el acecho del egoísmo

El sistema de gobierno superior actúa de acuerdo a leyes concretas, rígidas que tienen numerosos parámetros y definen nuestro calendario.

El calendario cristiano está basado en ciclos solares; y el calendario musulmán, está relacionado con la rotación lunar. El judaísmo toma en cuenta tanto la circulación solar como la lunar.

Es por esto que el calendario judío es permanente. En otras palabras, en toda la historia, comenzando con el primer hombre Adam, que vivió hace varios miles de años, y hasta hoy, cualquier evento que alguna vez tuvo lugar en la faz de la Tierra puede ser predecido y calculado: Pesaj (Pascua), Shavuot, Sukkot, etc. Es posible decir en qué año, mes, o semana tomarán lugar esos días festivos en el futuro.

Todos los amaneceres y ocasos pueden ser claramente calculados así como en qué proporción los días y noches se dividirán en horas de luz (día) y noche (oscuridad).

El calendario judío es muy preciso. Está construido en base a fórmulas astronómicas y abarca toda la naturaleza. Esto es posible debido a la sabiduría de la Cabalá.

Existen fechas especiales en el calendario, es decir, tiempos favorables y no favorables que están señalados ya sea por el crecimiento del egoísmo o el predominio de la energía del amor. Esas dos fuerzas, la derecha y la izquierda, usualmente se equilibran y constituyen la línea media.

Debido a este estado de las cosas, existe un periodo desfavorable que comienza el día 17 del mes de Tammuz y dura hasta el 9 de Av. este periodo ha sido considerado negativo por miles de años a través de todas las generaciones. Durante el transcurso de este periodo, es común guardar luto dado que la fuerza superior de otorgamiento se oculta en este mundo.

Varios desastres le suceden al pueblo de Israel porque ellos están conectados con el poder superior. Al contrario, las naciones del mundo que están entrelazadas con la fuerza malvada del egoísmo son especialmente exitosas durante este periodo.

Pregunta: Parece fatal e inevitable, ¿es así?

Respuesta: Sí, es inevitable porque las raíces espirituales y materiales están conectadas. El sistema espiritual que gobierna este mundo mueve el sol, la luna y la Tierra. Hace girar todo el universo.

De acuerdo a esto, el gobierno superior influye no sólo en los objetos astronómicos del universo, que aún están en un nivel de desarrollo inanimado sino, también impacta los niveles vegetativo y animado.

Vemos que cada planta pasa por ciclos anuales de florecimiento y declive. Los animales también están sujetos a ciclos anuales; se multiplican durante ciertos periodos del año dado que están conectados con el sistema de gobierno. Sólo los humanos no están sujetos a la influencia de los ciclos dado que no están limitados por las etapas inanimada, vegetativa o animada de la naturaleza.

Los humanos dependen de la naturaleza inanimada, vegetativa, y animada porque de aquí es de donde se alimentan. Sin embargo, no siguen las leyes de la naturaleza como lo hacen las plantas y los animales. Aun así, los humanos también pasan por periodos buenos y malos porque están gobernados por la naturaleza en el nivel hablante.

Si nos elevamos por encima de nuestra naturaleza, los malos periodos se transforman en los más benevolentes y se vuelven inconmensurablemente mejores que nuestros tiempos más felices. Todo depende solamente de nosotros, los seres humanos. Para hacer que esto suceda, se nos concedió la sabiduría de la Cabalá.

Significa que el periodo entre el 17 de Tammuz y el 9 de Av es muy difícil para el pueblo de Israel dado que el mal es activado fuertemente durante este periodo. La única razón para el surgimiento del mal es hacer la transformación al bien. Hasta ahora, no estamos listos para eso, ni tenemos la energía para tal transformación.

Nuestra unidad aún no ha llegado al grado en el cual atraemos un poder benevolente del gobierno superior que actúa en este mundo y nos ayuda a unirnos incluso más y derramar la fuerza de unidad en este mundo, cambiando así para mejorar.

Pregunta: ¿Significa que las relaciones humanas definen el destino de todo el universo?

Respuesta: El Creador es la naturaleza. La fuerza superior de la naturaleza llamada “el Creador” nos influye desde arriba, es decir, desde fuera hacia dentro de nosotros. Tenemos una habilidad de reorganizar esta situación, hacerla posible, impactando en ella de esa manera  al actuar desde dentro hacia afuera, de abajo hacia arriba. Al hacerlo, cambiamos la realidad. Este es nuestro trabajo.

Continuará…
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De Kabtv “Una vida nueva ” 5/jul/15

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