El mundo entero por una taza de café

Dr. Michael LaitmanPregunta: ¿Coinciden el orden de mis acciones internas en relación al Creador, cuando me siento mal y cuando me siento bien?

Respuesta: En el camino espiritual, las malas sensaciones no son los sufrimientos en el sentido usual, sino sufrimientos de amor.

Imaginen que ustedes realizan un pedido en un restaurante. ¿Por qué no se los trajeron de inmediato, aunque todo estaba listo? Ellos les dan tiempo para hablar con sus compañeros o simplemente de sentarse, y esto no es casual. Una vez, mi amigo estaba eligiendo una cafetera para su oficina y quería una máquina que tardara 15 minutos en preparar una porción. Él necesitaba tiempo para una conversación tranquila con los clientes.

Esto es lo que se conoce como la preparación de deseos, lo cual nosotros acostumbramos pasar por alto. Queremos «tragarnos» todo lo más rápido posible, pero este enfoque no es correcto. Debido a ello no sentimos el sabor de la vida, el sentido de la vida. El ocultamiento espiritual es necesario para causar en nosotros un deseo fuerte, firme.

Pregunta: ¿Qué debe llenar este tiempo de espera antes de reunirnos con el Creador?

Respuesta: Yo hago una preparación, lo anhelo a Él de la manera correcta, y, entonces, puedo discernir la relación y encontrar el contacto. Se nos dice: «Yo comeré lo que ha sido preparado de antemano». No descubro nada nuevo; mi revelación es el resultado directo de esta preparación completa.

Incluso ahora, estoy en el mundo del Infinito, pero yo no lo veo, no me doy cuenta de la conexión entre las personas, no distingo las acciones del Creador, ni siento las olas de esta fuerza, que lo cambia todo. Mis ojos sólo pueden ver por separado los pequeños fenómenos. Por lo tanto, todo depende de la preparación.

El problema es que yo elijo para mí una máquina de café con este o aquel «tiempo de preparación», pero el período de preparación no lo ajusto yo ni sé cuándo termina. Por lo tanto, ustedes deben darse prisa. Es muy importante la forma en la que enfrentamos la fase preparatoria. Ésta ya está en marcha y el destino del mundo entero está aquí en este punto.

Pregunta: ¿Cómo podemos aplicar cada esfuerzo para no perder el tiempo?

Respuesta: En primer lugar, ustedes están tratando de otorgarle al Creador, ¿o solo desean obtener su «café» cuanto antes? ¿A quién está destinado el placer de sus esfuerzos? Después de todo, tienen la oportunidad de darle placer a Él. ¿Qué es esto para ustedes: una carga o un derecho honorable? Si se trata de un derecho, entonces quieren terminar el trabajo rápidamente y preparar todo lo mejor para Él, y si es una carga, entonces la evitan hasta el último momento. «Este es un callejón sin salida, y no hay nada que hacer; yo tengo que actuar». El enfoque lo determina todo.

Ustedes pueden acelerar el tiempo de preparación del «café», de tal manera que no tengan que esperar 15 minutos. Desde que El Libro del Zóhar fue revelado y la ciencia de la Cabalá ha venido al mundo, ustedes pueden completar el proceso y alcanzar el final de la corrección. ¡No esperen hasta que pasen 6.000 años, háganlo hoy! Si les dieron los medios, el tiempo no es una función. Si esperan, avanzan a su «debido tiempo», según el programa de la Naturaleza, sin añadir sus esfuerzos para mostrarle los resultados al Creador. Por lo tanto, aceleren, únanse con los amigos, mantengan la intención todo el tiempo, esfuércense por la meta, y entiendan que todas las molestias en su camino son buenas para ustedes. Ellas les ayudan a conectarse con los amigos, estudios, e intención. Puesto que se les dio la oportunidad, ustedes deben realizarla.

Pregunta: Pero todos los amigos ya están haciendo esto. Así que, ¿dónde está el problema?

Respuesta: Ustedes no piden. Se les ha dado una oportunidad para pedir. Así que, ¡pidan!

Pregunta: Pero estamos pensando y pidiendo esto todo el tiempo.

Respuesta: Si hubieran pedido como se supone que deberían, ¿no habrían recibido una respuesta? Por lo tanto, su petición aún no es la correcta. Le falta cantidad o calidad en cuanto a esfuerzo, y lo más importante aquí es la calidad. Baal HaSulam escribe acerca de ello en el párrafo 18 de la Introducción al Estudio de las Diez Sefirot: y, si uno practica la Torá y no remueve de sí mismo la inclinación al mal, es que ha sido negligente en dar la labor y esfuerzo necesarios en la práctica de la Torá, como está escrito: «Yo no trabajé, pero hallé, no lo crean», o bien puede ser que uno colocó la cantidad necesaria de labor, pero que ha sido negligente en la calidad.

Recibí un despertar del Creador. Él encendió una chispa en mí y ahora tengo que despertarme yo mismo aún más, añadiendo la cantidad y trabajando en la calidad, tengo que comprobar por qué y para qué hago esto, a qué aspiro. En el conjunto, yo necesito una vasija, un deseo, una necesidad por la cantidad y calidad correctas. Si yo reúno la medida necesaria para la revelación de la Luz superior, Ésta se manifestará inmediatamente. Está aquí; está lista.

En la física, hay un concepto de «quantum», una «parte» mínima de luz. Así que, cuando yo tengo la necesidad de un cuanto de luz, lo revelo en el primer nivel de Nefesh. Entonces, formo una necesidad aún mayor, quiero un «quantum al cuadrado», y revelo la Luz de Ruaj. Al mismo tiempo, la vasija crece tanto cuantitativa como cualitativamente.

Lo que necesitamos es el deseo. Por eso, siempre estamos hablando de auto anulación y restricción, y organizamos talleres con el fin de revelar, de «blanquear» el deseo.

Así que, ¿por qué, después de la lección, yo no siento una preocupación por los amigos, no deseo que el fuego del deseo los impulse hacia adelante? ¿Por qué no siento la misma preocupación por parte de ellos ni estallo a partir de sus destellos? No hay preocupación, no hay responsabilidad compartida por nosotros, por el mundo, y en especial por el Creador que nos dio una oportunidad. En esencia, nuestra preocupación por nosotros y por el mundo es superficial y egoísta, pero tenemos que empezar por alguna parte. De hecho, tenemos la oportunidad de otorgarle al Creador, pero no queremos volvernos hacia esa dirección en absoluto.

En resumen, nosotros todavía tenemos mucho que hacer. No esperemos hasta que el café esté listo.
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De la 4º parte de la Lección diaria de Cabalá del 11 de Febrero del 2013,  «Un discurso para la conclusión del Zóhar»

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