El principal testigo

Existen dos estados al avanzar hacia la meta espiritual. El primer estado es cuando la persona tiene la sensación, la fuerza y el apoyo del grupo y del Creador. La persona siente la importancia del atributo de otorgamiento y esto lo empuja a acercarse al Creador.

Tiene la percepción y el deseo; el Creador le muestra que vale la pena trabajar por la meta espiritual.  La persona siente que existe una recompensa, que él no depende de la fe: el atributo de otorgamiento está dentro de él. La sensación despierta el amor por los amigos y por el Creador. 

En ese estado, la persona hace un pacto de amor por los amigos y por el Creador para siempre en el futuro. ¿Con quién realiza este pacto? No puede ser con el Creador porque en un estado de descenso, cuando la persona se distancie del Creador, no sentirá su cercanía y el Creador no lo vinculará.

Debido a esto es que el pacto tiene que hacerse con el grupo al que pueda sentir también durante un estado de descenso. A través del grupo, llegamos al acuerdo con el Creador: marchar siempre por el sendero de otorgamiento para el Creador y para el grupo. El grupo es el garante del pacto. Al hacer el pacto el grupo en su totalidad promete apoyarse unos en los otros y siempre mantener la intención de otorgamiento. Reciben la ayuda del Creador en la medida de su conexión.

El segundo estado llega después de algún tiempo cuando el estado de entusiasmo y conexión son reemplazados por la indiferencia, la incapacidad de sentir la importancia de la meta, el Creador, o la recompensa por tener una buena actitud hacia los amigos y el Creador. La persona no puede pensar en el amor, la conexión y el otorgamiento. 

a) Si la persona no recibe el apoyo del grupo, cae, pensando que el Creador no es importante y que no hay llenado o recompensa. Puede abandonar el sendero totalmente.

b) Si la conexión con el grupo se despierta y lo atrae, no puede dejarlo todo y recuerda el pacto que hizo. En un estado de descenso, la importancia del otorgamiento se desvanece pues la recompensa desaparece. Y aquí la garantía mutua, el pacto y la conexión con el grupo tienen que salir al rescate.

De esta manera, la persona retorna al pacto, al estado de bondad, amor y conexión. Recuerda que tiene que pasar por la fe por encima de la razón, por encima de su estado actual de indiferencia, pues la sensación que alguna vez le impartió fortaleza existe ¡y es inclusive más poderosa!

De esta forma, la persona quiere continuar con “fe por encima de la razón” (el otorgamiento sobre la recompensa). Entiende entonces que puede recibir fuerza del Creador. Y esto lo lleva al rezo.

(De la primera parte de la lección diaria de Cabalá del 5 de septiembre 2010, sobre, ¿Cuál es el asunto de que hago un pacto en el trabajo?)

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Paso tras paso hacia la revelación del creador

Soñando con la fe por encima de la razón.

El trabajo interno del cabalista, 24.05.2010

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