El propósito de la vida, el núcleo de todo

Dr. Michael LaitmanPregunta: Los objetivos promovidos en el entorno externo me influyen mucho más fuertemente que la meta que establecida por el cabalista y lo que el grupo trata de transmitirme. ¿Qué puede hacerse con esta contradicción?

Respuesta: Yo tengo un propósito para el cual vivo. Si no fuera por eso, estaría viviendo la vida de una «bestia»; existo, porque no muero, y de forma intermitente me satisfago con «alimentos para animales».

Pero no, yo tengo una meta en la vida, y tengo que estar encadenado a esto con la ayuda del grupo, organizándolo todo para dirigirme solamente hacia esta meta. Y realizar todo el resto de mis actividades de acuerdo a la meta de mi vida.

Y la meta de la vida es la revelación del Creador, que es la adhesión con Él. Esta meta la alcanzo a través del principio: «Ama a tu prójimo como a ti mismo», por medio de la conexión en un grupo. Y yo debo sentirme atraído y adherirme sólo a esto.

De hecho, estamos hablando de la construcción de los Partzufim espirituales que se «insertan» uno dentro del otro. El núcleo de todo es el propósito de la vida. Para alcanzarlo, yo necesito del grupo. Para fortalecer el grupo, se necesita la difusión. Y por lo tanto yo necesito al mundo entero o a las «naciones del mundo».

Pero lo más importante para mí es la meta de la vida, mientras que todos los demás son los componentes esenciales necesarios para alcanzarla. Y si no fuera por la meta, yo no recurriría a ellos. Yo hago y utilizo sólo lo que me ayuda en el camino hacia la meta.

De acuerdo a esto, del grupo solo necesito lo que es bueno para alcanzar la meta, por lo tanto todo el grupo debe alcanzar la meta para mí. Por eso se nos dice: «Él elige un mejor entorno todo el tiempo», yo cambio al grupo todo el tiempo y tomo de él las cosas necesarias para alcanzar la meta.

El proceso es dinámico: La difusión está cambiando todo el tiempo, de acuerdo a lo que necesitamos para fortalecer al grupo a fin de encontrar el poder compartido en su centro y descubrir al Creador. Pero para descubrir al Creador en el centro del grupo a través del poder de la garantía dentro del grupo y mediante la difusión correcta, yo tengo que salir hacia un mundo más amplio, recibir las deficiencias, las obligaciones, los temores y ansiedades de las personas para que ellas me presionen y me obliguen a actuar. Entonces yo alcanzaré la demanda correcta, y entonces descubro al Creador.

Todos estos componentes son necesarios en el camino, excepto las que provienen del mundo externo como es, la difusión que hacemos es suficiente. Nosotros tenemos tres niveles: el Creador en el centro del grupo, el grupo mismo con la garantía, yo, quien me encuentro en el grupo, y la difusión. Este es el correcto acuerdo que nos es familiar: el inferior, el superior y el superior del superior; o interior, medio y exterior.

Laitman

(117674)
De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 10/01/13, Escritos de Baal HaSulam

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