El punto de transición entre verdad y falsedad

thumbs_laitman_207De la carta No. 16 de Rabash: Por lo tanto, si la persona está ociosa en el trabajo, no puede ver la verdad, que ella está inmersa en la falsedad. Pero al incrementar la Torá con el fin de otorgarle contento a su Hacedor, uno puede entonces ver la verdad: que está caminando sobre un camino falso, llamado Lo Lishmá. Y este es el punto medio entre verdad y falsedad. Entonces, debemos ser fuertes y confiar en nuestro camino, para que cada día sea nuevo para nosotros, puesto que siempre debemos renovar nuestras bases, y entonces marcharemos hacia adelante.

Somos capaces de identificar el camino verdadero bajo la condición de no estar inactivos y que apliquemos todos los esfuerzos derivados de nuestro entorno para acercarnos al otorgamiento, primero entre amigos y después con el Creador. Si uno trata de otorgar y mejorar la grandeza de la meta, si intenta reforzar la influencia de mi entorno, en otras palabras, si uno mejora todos los factores positivos que contribuyen a su avance, sólo entonces reconocerá su inclinación malvada, distinguirá la verdad y entenderá que está caminando sobre el camino falso, llamado Lo Lishmá.

«Y este es un punto de transición entre verdad y falsedad». En otras palabras, aplicamos todos los esfuerzos posibles para seguir el camino correcto. Sólo bajo esta condición podemos revelar que estamos yendo en la dirección equivocada. Esta revelación es en realidad una recompensa por nuestro trabajo.

Nosotros no nos damos cuenta del valor de esta compensación dado que nos sentimos mal y pensamos que no hemos logrado nada en absoluto. Sin embargo, esto significa que hemos alcanzado resultados positivos, porque revelamos la ruptura, reconocemos nuestra oposición al Creador, y detectamos las propiedades que tenemos que corregir. Al corregirlas, llegamos a la espiritualidad y logramos la similitud con nuestra meta.

Es por eso que el Creador nos da una recompensa, la revelación de nuestro egoísmo, al mostrarnos cuán opuestos somos a Él. Este es el primer alcance verdadero de nuestra oposición con Él; es por eso que es llamado un punto de transición entre verdad y falsedad ¡Esta es la primera medida del Creador! Cuando corregimos la maldad y la convertimos en su opuesto, nos volvemos similares al Creador y nos adherimos a Él.

Este proceso sucede en cada nivel. Nuestra tarea es mejorar nuestra aspiración por el otorgamiento y amor. Entonces, como recompensa, revelaremos estados opuestos, odio, desapego…y le gritaremos al Creador: «¡Sálvanos!» Entonces, la Luz que Reforma descenderá y nos corregirá.

Cuando nosotros alcanzamos un nuevo nivel de corrección, debemos continuar trabajando con la ayuda de nuestro entorno y perseguir la línea derecha. Entonces, como recompensa, revelaremos la línea izquierda y aparecerán los pecadores. Entonces una vez más, seremos felices de verlos, dado que en este punto, ya tendremos algo qué corregir, obteniendo así una oportunidad de volvernos similares al Creador. Esta situación se repite una y otra vez. 

(109728 – De la preparación para la lección diaria de Cabalá del 6/11/13) 

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