En la jaula de tu egoísmo

Pregunta: El hombre, contrario al animal, puede ver algún tipo de placer en el futuro, calcular los pasos para llegar y renunciar al placer en los estados intermedios.  

¿Por qué con tanto intelecto no puede calcular, de forma racional, el estado de equilibrio con la naturaleza? ¿por qué, con todos sus intentos racionales, fracasa constantemente en  construir una sociedad equilibrada? 

Respuesta: Porque vive dentro de su naturaleza egoísta. No puede calcular nada. 

Comparar un egoísmo con respecto a otro, en que gana o pierde más, sigue estando dentro de su egoísmo. No es libre. No tiene ningún grado de libertad. Lo que considera libertad es la ilusión de estar bajo la influencia de una fuerza externa coercitiva. 

Pregunta: ¿No puede calcular: “si uso mi egoísmo, me sentiré peor”? 

Respuesta: Así es como siempre intentamos alejarnos de los problemas. Pero no significa que seamos libres. Constantemente me alejo de los golpes egoístas: un palo de aquí, un palo de allá, así es como funciono desde la mañana hasta el anochecer. 

Mira lo que pasa en las calles, en los autobuses, en el metro, en las oficinas, donde quiera. ¡Mira todo ese hormiguero humano!  ¿Dónde podemos hablar de libertad? 

No hay libertad. Lo más que podemos elegir a cada momento, al menos así me parece, es el estado más cómodo de entre todas las posibilidades. Eso es todo.  

Elijo entre lo que se me dió, pero siempre estoy limitado. El Creador brilla sobre mí en el estado corregido, pero aún no estoy corregido. Naturalmente, no entiendo nada de Su influencia sobre mí, ¿adónde me lleva?, ¿qué me pide a cada momento?  Si no lo entiendo, ¿qué clase de libre albedrío puedo tener?
[250359]
De la lección de Cabalá en ruso 12/may/19 

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