Entre menos infinito y más infinito

Nosotros somos parte de un sistema llamado el mundo del Infinito. En este Infinito, existe el deseo con varias formas y modos de recepción y otorgamiento, así como la Luz que es revelada dentro del deseo según el grado en que el deseo le asigne importancia al atributo de otorgamiento. Mientras más expresa otorgamiento el deseo, más se revela la Luz. Si el deseo no anhela el otorgamiento, la Luz no se revela.

Esto es llamado el mundo del infinito ya que todas las formas posibles de creación, desde la más egoísta hasta la más altruista, de menos infinito a más infinito, existen en este.

El deseo en sí fue creado por el Creador, y todas sus formas son reveladas de acuerdo al plan de desarrollo que también viene del Creador. Sin embargo, como resultado de todas las metamorfosis y cambios por los que pasa el deseo, girando e hirviendo en esta caldera, se forma un nuevo punto especial, de auto consciencia, de independencia. Y este punto comienza a crecer en todos los estados que atraviesa el deseo: sentir más, entender más, sentirse como existente, y alcanzar su independencia.

Este punto es de gran importancia porque creció a partir de la tercera línea, de la línea media. No existe ni en la naturaleza del Creador ni en la naturaleza de la criatura, la cual es opuesta al Creador y está completamente subordinada a Él. Por supuesto, es un derivado, es el resultado de la colisión entre dos atributos opuestos, pero es absolutamente independiente.

Es difícil para nosotros imaginar cómo esta independencia es posible si todo fue creado por el Creador. Pero imaginen dos campos completamente opuestos, divididos por un abismo que abarca todo el rango de menos a más infinito, donde ninguno de los dos puede existir. La frontera donde esos dos atributos se encuentran y luchan entre sí es donde la criatura puede existir de forma independiente.

Por una parte, aún es considerado como ser creado, es decir que fue creado por la fuerza superior. Por otra parte, tiene un atributo que hace posible que permanezca opuesto a la fuerza superior, sin estar bajo su completo control. Por el momento, no somos capaces de comprender cómo es esto posible. El hombre no lo entiende ahora al estar bajo el completo control del Creador todo el tiempo, ¡él puede sin embargo permanecer libre!

Existen dos atributos completamente diferentes, opuestos, y la criatura sólo puede existir en el abismo entre ellos. Esta se convierte en criatura sólo según el grado en que haga esfuerzos para adquirir consciencia. Esta consciencia es una tercera cosa que no existía previamente.

Todo el resto ya había existido en la criatura: todas las fuerzas, los atributos, y le carácter que determina quién seré. Por todo esto, está escrito: «Ve con el Maestro que me hizo». Sin embargo, por encima de todo esto, yo creo algo nuevo, independiente. Es como un niño que crece y de pronto se vuelve independiente, que tiene sus propias opiniones. Obviamente, esto es creado bajo la influencia de la herencia, la educación, el entorno, pero esta es la manifestación de su personalidad, no sólo una simple suma de parámetros fijos de acuerdo al plan inscrito en él.

Es como cuando cocinamos sopa, le añadimos todos los ingredientes, y al final obtenemos una nueva esencia llamada sopa. O rebanamos y mezclamos cinco ingredientes: tomates, pepinos, cebolla, sal, y pimienta. Al final, aparece una nueva esencia llamada ensalada.

Hoy, vivimos en este mundo, cumpliendo inconscientemente con las demandas de la naturaleza ¿De dónde puede aparecer algo nuevo ante nosotros? Sólo si te colocas entre los dos mundos de recepción y otorgamiento, queriendo pertenecer a ambos con el fin de no separarte de ninguno de los dos, sino usarlos a ambos, de este modo creas una nueva esencia, como un nuevo platillo, la «ensalada». Tomas todo el deseo del mundo de la recepción y le das la forma del otorgamiento, la cual es llamada Adam.

El feto está compuesto de materia, el deseo de recibir placer, pero desde el exterior, adopta la forma del Creador, la Luz. Entonces, la sustancia y la forma juntas son llamadas hombre.

Pareciera no haber nada nuevo aquí ya que todo existía de antemano. Pero tú hiciste el trabajo, tú le prestaste a la materia la forma del Creador. Tomaste la materia de un área, la propiedad de la otra, y las combinaste. Como resultado, se formó una nueva esencia. Ya no es la primera o la segunda, sino una tercera cosa. Es como la ensalada que tiene un significado propio; es un nuevo sabor, una nueva existencia.

(73475 – De la 3º parte de la lección diaria de Cabalá del 21 de Marzo del 2012, TES)

Material Relacionado:

Cada uno es un punto, cada uno es el infinito
La cabalá nos enseña a recibir
El mundo del infinito ¡aquí y ahora!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *