Epílogo al día en memoria del Holocausto, parte 1

Quizás estas conclusiones pueden parecer despiadadas e incluso crueles para algunos. El día en memoria del Holocausto provoca, con razón, muchas emociones y dolor en la gente. Y sin embargo, en este día, veamos este fenómeno como un científico que investiga sus causas para que nunca vuelva a suceder.

Hablemos como biólogos que estudian el cuerpo humano. No piensan en su dolor por la persona que muere de un tumor canceroso que se extiende en su cuerpo, discuten el fenómeno que ocurre en las células.

Después de todo, sólo observando el fenómeno y descubriendo con precisión lo que sucede en la naturaleza, sin añadir nuestras emociones, podremos revelar la verdad objetiva.

Y así podemos hacer algo para cambiar el futuro y evitar que el Holocausto vuelva a suceder. Finalmente, es natural que lo que sucedió tuvo una razón y no fue sólo accidente. Por lo tanto, debemos descubrir cómo limpiarnos, nosotros mismos y al mundo entero, de este azote.

La sabiduría de la Cabalá explica que nuestra vida procede según las leyes de la naturaleza. La naturaleza es equivalente a la fuerza superior, al Creador y existimos dentro de sus leyes. La ciencia ordinaria nos revela las leyes físicas.

Pero hay otra ciencia general llamada Cabalá, que revela leyes que existen en un nivel más alto, desde donde todas las fuerzas descienden a nuestro mundo y construyen una red eléctrica, cuyas leyes son estudiadas por las ciencias ordinarias.

La humanidad ha experimentado muchos acontecimientos relevantes a lo largo de su historia: buenos y trágicos. Por lo tanto, vale la pena descubrir su causa y efecto, con respecto a nuestra reacción a ellos. Así podremos elegir, para el futuro, una actitud correcta en nuestro mundo.

El enfoque cabalista a la historia de la humanidad es aprender analizando estos acontecimientos, como en un laboratorio: ¿dónde estamos?, ¿en qué mundo?, es decir, ¿en qué sistema de fuerzas?

¿Cómo nos afecta de generación en generación? ¿cómo podemos responder para protegernos de esos trágicos acontecimientos que tuvimos que soportar en el pasado?.

Este enfoque estrictamente científico puede llamarse insensible e incluso, inhumano. Pero hablamos de las leyes de la naturaleza de las cuales queremos recibir el conocimiento más puro, sin añadir nuestra opinión subjetiva, para entender lo que sucede. Y nuestra actitud y emociones personales no deben distorsionar la imagen, para que realmente podamos descubrir qué leyes toman curso y cuál debe ser nuestra reacción.

Es bueno cuando la gente se preocupa por el Holocausto y expresa su solidaridad con sus víctimas. Pero, por desgracia, esto no garantiza que en el futuro no vuelva a suceder. Por lo tanto, debemos estudiar este fenómeno a fondo y aprender a protegernos de él en el futuro.

Del artículo de Rabash El que endureció su corazón: Todo el odio que las naciones sienten hacia Israel es sólo porque es el pueblo del Creador, como dijeron nuestros sabios (Shabat, 89), ‘¿Qué es el monte Sinaí? Es que Sinaa (odio) bajó a los adoradores de ídolos’.

Tenemos que entender que este odio proviene de las fuerzas divididas en el sistema del alma común, que es llamado ‘primer hombre’, Adam HaRishon. Una parte, la gente del mundo, sufre y no puede hacer nada porque es el cuerpo en relación con la otra parte del alma de Adam, llamada cabeza (Li-Rosh) o Isra-el.
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