Uno no debería morar en el estado previo, sino que debería entrar inmediatamente en el siguiente nivel y acostumbrarse a tales cambios de estado. Si nos detenemos en un estado en particular, esto no es bueno. Todos los cambios son para bien; lo principal es que debería haber cambios.
Está escrito, (Isaías 2:3) «Porque de Sion saldrá la ley», es decir salir del estado previo, aunque sea el mejor. Esto es incluso si es una caída de un estado más elevado, de la alegría a la tristeza. Esto no es importante, sólo que debe haber tantos cambios como sea posible ya que estos determinan el ritmo del avance.
Nosotros siempre avanzamos, dando pasos con el pie izquierdo o con el pie derecho; es así como se produce el movimiento. Por lo tanto, lo principal es no permanecer en una pierna en el mismo lugar, más bien moverse todo el tiempo: de la línea izquierda a la derecha, o de la derecha a la izquierda. Lo principal es salir del estado previo y entrar en un estado nuevo de conexión.
Los ascensos y los descensos ocurren todo el tiempo. Dicen que el Vidente de Lublin le dijo a su estudiante que estaba quejándose sobre los constantes ascensos y descensos que él pasaba a través de 400 ascensos y descensos en la mañana. No es necesario pensar que él los contaba, simplemente él sabía el número de niveles a los cuales se había elevado: es decir, el nivel en el que había estado antes y el nivel al que se había elevado. Y es así cómo él sabía que eran 400. Adicionalmente, 400 es un número que simboliza la completitud.
Mientras más cambios internos sucedan dentro de la persona, mejor. Y no es necesario analizarlos si son buenos o malos. ¡No hay cambios malos! Baal HaSulam escribe: «Estoy feliz por la maldad que se revela»; ustedes ven, si ellos se revelan, esto dice que es posible corregirlos. Aunque sea malo para mí, estoy feliz de poder corregir este mal. Por consiguiente, es bueno que ustedes estén atravesando muchos ascensos y descensos.
Y además, esto ayuda a los amigos. Todos atraviesan muchos cambios internos, y por medio de la integración, nos transmitimos unos a otros estos ascensos y descensos. Entonces resulta que todos ganamos y avanzamos rápidamente.
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De una Lección de preparación para la Convención de la Aravá del 1/30/14
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