Torá, Deuteronomio 23:1: Que ningún hombre tome en matrimonio a la mujer de su padre. No debe violar la privacidad de su padre.
La “mujer del padre” es un enorme deseo, en el cual un hijo no puede construir un Masaj (pantalla), porque tendría que estar al nivel de su padre para eso. Por lo tanto, no puede ascender a este nivel; siempre quedará en el inferior. Esta jerarquía nunca cambia.
Todo lo que recibimos de arriba, sea de la esposa de nuestro padre, es decir no de nuestra madre ni padre, nos debe llegar a través del filtro que reduce la influencia de la Luz superior sobre nosotros.
El ascenso de un alma joven al alma superior debe suceder sólo con permiso, con intención correcta y con la fuerza que recibe de arriba. Por lo tanto, no pueden ser acciones independientes, ni en relación al padre ni a la madre o madrastra. Al final, la persona simplemente se destruye a sí misma, arde, si recibe más Luz de la que es capaz de recibir.
“No debe violar la privacidad de su padre” para recibir la Luz Directa de él. Sólo debe recibir la Luz que el padre (El Creador) le envía.
El hombre debe moverse consistentemente porque no puede brincar por encima de los grados espirituales. La Torá habla sólo de la relación entre los grados. Y aunque cambian, la Luz sigue siendo el superior.
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De Kabtv “Secretos del Libro Eterno” 10/oct/16
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