Juntando el mosaico de la humanidad

dr.laitmanBaal HaSulam, Shamati, artículo 199, «Para cada hombre de Israel»: Cada hombre de Israel tiene un punto interno en el corazón, lo cual es considerado una fe simple. Esta es una herencia de nuestros padres, quienes estaban parados ante el Monte Sinaí. Sin embargo, está cubierto por muchas Klipot (cáscaras), que son todas las clases de vestiduras de Lo Lishmá (no en beneficio de Él), y las cáscaras deben ser quitadas. Entonces, su base será llamada «fe sola» sin ningún tipo de apoyo y ayuda externa.

De acuerdo al punto en el corazón, la persona es llamada Israel, es decir Yashar El (directo al Creador). Se trata de las vasijas de otorgamiento que despiertan a la persona para que anhele al Creador, mientras que las Klipot lo jalan en distintas direcciones pero hacia la fuerza superior de la fe. El fundamento de Israel es el atributo de otorgamiento que es totalmente libre de cualquier recepción para uno mismo.

Pregunta: ¿Cómo es el punto interior de Israel conectado a la nación de Israel?

Respuesta: Las vasijas se rompieron y atravesaron correcciones en los niveles del inanimado, vegetativo, y animado de la naturaleza, y luego tomaron la forma del hablante en nuestro mundo, hasta que finalmente se reveló gradualmente en ellas la forma espiritual interna, una actitud hacia el Creador. Todo comenzó desde el primer hombre (Adam ha Rishón), por lo tanto él esllamado el primero, porque fue el primero en el mundo que tomó la forma de un hombre, Adam, es decir que se pareció al Creador. Pero la dirección de Yashar El no había sido aclarada realmente aún después de veinte generaciones, desde Adam hasta Abraham. Tampoco fue aclarada durante la época de Abraham, Isaac y Jacob. Fue sólo como resultado del trabajo de Jacob (Israel), con la fuerza de Esaú (la línea de la izquierda) que se reveló a través de Faraón, que fue posible entender esta inclinación. Sólo entonces los descendientes de Abraham alcanzaron el nivel de Israel (Yashar El), lo cual significa que se estabilizaron por encima de su deseo de recibir y por encima de él se las arreglaron para enfocarse directo al Creador.

Así, el grupo de Abraham alcanzó el nivel de la recepción de la Torá y otras correcciones que les permitieron posteriormente alcanzar el nivel del Primer Templo, el final de la corrección privado.

Sin embargo ningún estado se conserva en la espiritualidad, sino que cambia inmediatamente y pasa a la siguiente fase. Por lo tanto, inmediatamente después, los hijos de Israel entraron en la fase de la ruptura con el fin de ser incorporados con los babilonios, con el resto de la humanidad. La incorporación comenzó con la destrucción del Primer Templo, cuando las diez tribus de Israel fueron dispersadas entre las naciones del mundo; todavía no sabemos qué pasó con ellas. Estas se revelarán más adelante. Desde entonces, ha habido una adición del atributo de otorgamiento a las naciones del mundo.

Finalmente, después de la destrucción del Segundo Templo y del exilió, se mantuvo sólo un pequeño grupo. A lo largo de nuestra historia muchas partes se separaron de ellos. En una visita a un museo en Portugal, por ejemplo, me dijeron que el 35% o 40% de la población local tiene raíces judías, y es lo mismo ocurre en España.

Esto quiere decir que no sabemos qué pasó con las tribus perdidas de Israel, pero su incorporación a las naciones del mundo todavía tiene su efecto. Así las Reshimot (genes espirituales) despiertan hoy en muchas personas en diferentes países, y ellas sienten que son atraídas por el Creador. Se llaman Israel de acuerdo a su inclinación, según la voz interna que está despertando en ellas.

Esta inclinación las coloca en un nivel espiritual y crea la conexión espiritual con el Creador que las impulsa. No hace ninguna diferencia cómo reciban el deseo al que solía pertenecer aquellos a quienes Abraham había reunido de todas partes de Babilonia, ya que hoy la misma ley de la evolución, la Luz que Reforma que atraen por medio de la sabiduría de la Cabalá, los afecta a todos. Estas personas en las que se revela el punto en el corazón necesitan la sabiduría de la Cabalá con el fin de llenarlo.

También hay personas en las que la voz interna no se despierta sino que son los descendientes de los que habían revelado al Creador una vez y luego se rompieron. Estas personas también se llaman Israel, y tienen que participar en el proceso, a pesar de que esta fuerza, la atracción hacia la meta de la creación, el Creador, todavía no ha sido revelado en ellas.

Nosotros, por nuestra parte, primero trabajamos con aquellos cuyo punto en el corazón ha sido despertado. Nosotros los unimos y establecemos el grupo mundial Bnei Baruj.

Las personas que se llaman a sí mismas judíos no tienen idea quiénes son, cuál es su origen, y qué les sucede. Ellas creen que son una nación ordinaria al igual que todas las demás, y no son conscientes en absoluto de su misión y de su papel. También tenemos que trabajar con ellas y ofrecerles explicaciones y atraerlas al trabajo de conexión.

También tenemos que trabajar con las naciones del mundo y explicarles cuál es su trabajo, porque hoy en día estamos en las fases de la final de la corrección, en las cuales todas las vasijas tienen que participar juntas en este proceso.

En términos generales, aquel que sienta una inclinación hacia la corrección, tiene que usarla para el bien de la colectividad. En otras palabras, debemos abrirles los ojos de las personas y explicarles lo que la humanidad tiene que hacer con el fin de avanzar hacia el objetivo predeterminado, esta es una obligación de todos.

Tenemos dos opciones, dos caminos para alcanzar la meta: bueno o malo. Esto no podemos evitarlo. Esperemos que podamos arreglárnoslas para enseñarles a todos cómo avanzar por el buen camino. Las Reshimot se revelan a cada momento y tenemos que estar preparados para cumplirlas correctamente, si nos negamos, nos veremos obligados a cumplirlas por el mal camino. Nuestra opción es avanzar, ya sea por medio de los golpes o por nuestro esfuerzo.
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– De la 2° parte de la lección diaria de Cabalá del 7/06/14, Lección sobre el tema: «La unidad de la nación»

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