Nuestro objetivo es volver al Creador. Todo ya está «fijado para la fiesta», pero primero tenemos que examinar nuestro camino para encontrar todos los medios disponibles y entender cómo usarlos correctamente.
Es un hecho que no hay nada nuevo en nosotros ni en los medios que están preparados para nuestro camino, ni en los procesos y fenómenos que experimentaremos durante el ascenso, o en sus resultados. Nuestro trabajo no es más que un análisis, el discernimiento de los medios disponibles y un correcto ensamble. Es como si nos hubieran dado un aparato roto, y ahora tenemos que averiguar cómo será cuando lo reparemos, y cuál es el orden en que deben ser ensambladas las partes.
La sabiduría necesaria para este ensamble también nos viene del Creador. No hay nada nuevo que puede aparecer dentro de nosotros, como nos es dicho: «No hay nada nuevo bajo el sol«. Toda la información nos llega de Arriba, y sólo una cosa depende de nosotros: que deseemos llevar a cabo el proceso de corrección, lo cual significa ensamblar todos los elementos de la creación.
Nada es creado accidentalmente o diseñado para dañar, todo tiene su lugar. Nuestro único trabajo es conectar todos los elementos en completa armonía, esto es lo que aún tenemos que aprender. Como resultado, ganamos algo nuevo: conocimiento, alcance, perfección, la actitud del «Benévolo que hace el bien», el amor del Creador hacia nosotros, Su cuidado.
Al final, nos tomamos conciencia de nuestro alcance, revelación. Y todos los pasos en el camino hacia este punto son considerados como las etapas de la revelación del gobierno superior, la relación del Creador con nosotros.
(32698 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 01/13/2011 «,» ¿Cuál es la prohibición para bendecir en una mesa vacía en el trabajo?»)
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