La Luz Circundante es un milagro

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Pregunta: ¿Sólo los estudios de la Cabalá nos traen la Luz?

Respuesta: Es el único medio para conectarte con el sistema donde está la Luz.

Existes por debajo de todos los grados que descienden desde el Infinito hasta nuestro mundo, debajo de los 125 grados de disminución de la Luz. Incluso en el grado más bajo, que está por encima de ti, hay una parte de Luz, pero en tu grado, que se llama “tu mundo”, no hay Luz.

Por lo tanto, con respecto a ti, la Luz que procede del grado superior se llama “la Luz Circundante”. No penetra en ti como “la Luz Interior”, sólo te ilumina un poco desde fuera. Por eso se llama circundante. Su influencia es imperceptible y se determina según su resultado.

No tienes ningún medio para conectarte con el grado inmediato superior porque no eres semejante a él en tus atributos, y por lo tanto, no tienes un punto de conexión con él, ya que en el grado superior funciona el atributo del otorgamiento, mientras que en tu grado actual funciona el atributo de la recepción. Por eso, no tienes ningún atributo de otorgamiento, con ayuda del cual podrías conectarte, estar en contacto con el grado superior, influir en él.

Sin embargo, si estudias el grado superior y deseas estar en él, aunque por ahora seas opuesto, la Luz transforma tus cualidades para igualarlas a las de ese grado. Este remedio milagroso (Sgula) nos transforma, nos permite cambiarnos, aunque no entiendas lo que pides o adónde te llevarán esos cambios. Da igual que seas un egoísta haciendo una petición “falsa” puesto que el grado superior aceptará tus esfuerzos como si en verdad quisieras ser semejante a él.

Esto es posible por el sistema mediante el cual el Nivel Superior desciende hasta tu grado con el mecanismo con el que asciendes. Se llama AJAP y es como un intermediario, el útero (Réjem).  Este sistema de conexiones está oculto a nosotros, pero, gracias a él no estamos desconectados totalmente de lo espiritual, aunque no sentamos la conexión con él. Como un feto en el útero de la madre que no entiende dónde está, no conoce a su madre, pero su madre le cuida.

(Extracto de la lección sobre el artículo La sabiduría de la Cabalá y su esencia, correspondiente al 1 de noviembre 2009)

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