La pared o la puerta al nuevo mundo

laitman_2009-07_0181[1]Nos causa mucho sufrimiento cuando nos encontramos en el punto de transición entre dos estados. Esto sucede para empujarnos hacia atrás o hacia delante, como está escrito, “Los caminos del Creador son difíciles. El justo transitará por ellos pero los pecadores tropezarán”. Los pecadores caen y pierden por partida doble ya que tienen que darse cuenta de la gran perdida y avanzar de nuevo. Sin embargo, pierden tiempo y aumenta su sufrimiento.

No está hecho así porque el Creador desee castigarlos y provocarles sensaciones desagradables para estimularlos a ir hacia delante. Nunca debemos pensar que Sus deseos cambian y que Él realiza cálculos. Todo sucede como resultado de un cálculo: cada  nivel difiere del contiguo por su deseo de otorgamiento o de recepción. Por lo tanto, para ascender al siguiente nivel, debemos adquirir un mayor deseo de otorgar, que se siente como sufrimiento y miseria. Después de todo, tengo que anularme y empezar a sentir al prójimo: tengo que empezar a darle a él, en lugar de a mi mismo, y preferirlo a él en lugar de a mi mismo. Este tipo de actitud es totalmente irrealista para mi el día de hoy.

Esto se debe a que el espacio entre los niveles que tenemos que llenar con la Luz de Otorgamiento, la Luz de Jasadím, se levanta entre nosotros como un muro contra el cual nada podemos hacer. Nos empuja apartándonos como imanes que se repelen. No me puedo acercar al atributo de otorgamiento, puesto que el poder negativo de los imanes me rechaza. ¿Qué debo hacer?

La única oportunidad que tengo es pedir la Luz de la Corrección, con la ayuda del grupo que me convence que es indispensable. Ya he realizado bastante trabajo en el grupo para revelar la fuerza de unidad y como resultado siento el deseo y la habilidad de ir hacia el  Creador. De otra forma, no puedo ir hacia Él por mi cuenta. Solamente puedo ir a Él y revelarlo trabajando en el grupo. Allí revelo la fuerza que nos rompió y me vuelvo a esa fuerza. Está escrito, “Quien logra hacer paz en los cielos, la hará entre nosotros”. Se conectará a nosotros y juntos nos elevaremos a un nuevo nivel. Así el espacio vacío que  descubrí y en el que he trabajado,  se vuelve ahora un medio de revelación.

(Extracto de la clase sobre el artículo, La característica de la Cabalá, correspondiente al 7 de diciembre 2009.)

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