La plegaria en lugar del sacrificio

laitman_2008-11-03_0760_w[1]“El exilio” es un estado en el que el hombre no tiene la pantalla anti-egoísta, no tiene el contacto con la Luz y por eso no es capaz de corregirse y efectuar la acción del sacrificio.

El sacrificio es la corrección del deseo. Cada vez, el hombre debe tomar una parte de su deseo en los niveles inanimado, vegetativo y animado y subirla al nivel hablante.

Pero en el exilio, el hombre no tiene la posibilidad de corregir ningún deseo. Está totalmente desprovisto de las fuerzas espirituales hasta que le llegue la Luz circundante y le saque de allí.

Cuando salga del exilio y reciba las fuerzas para resistir a su deseo, subir por encima de él y trabajar en el otorgamiento, significará que se encuentra ya o en el desierto (cuando sus deseos son tan pequeños como en el desierto) o en la tierra del Israel (cuando trabaja con los deseos más elevados, en el nivel más alto).

El lugar —donde se encuentra el hombre cuando sale del exilio— depende solamente de la medida de su deseo, sobre el cual pueda elevarse para trabajar para el otorgamiento.

El mismo deseo que antes fue el desierto, después de 40 años de corrección de otorgar para otorgar, se convierte en el deseo que se llama la tierra del Israel. O sea, que se empieza a trabajar en recibir para otorgar.

Mientras no tenemos todavía las fuerzas para la corrección y nos encontramos “fuera de la tierra de Israel” (la tierra “Arez” proviene de la palabra “Ratzon”, el deseo), fuera de la fuerza de trabajar con nuestro deseo para el otorgamiento, sólo podemos imaginar qué significa el correcto trabajo espiritual. Esto quiere decir que en vez del sacrificio sólo tenemos la plegaria.

En vez del verdadero trabajo con nuestro deseo, sólo podemos pedir que nos den las fuerzas para trabajar con las verdaderas correcciones.

(Extracto de la lección por el libro Zóhar, correspondiente al 25 de abril 2010).

Material Relacionado:

El libro del zohar – capítulo “elevando una plegaria” – 2

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El sufrimiento purifica nuestros deseos

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