Pregunta: Si vivimos en la imagen holográfica, ¿cambia esta mientras ascendemos los grados espirituales?
Respuesta: Esta imagen cambia constantemente ya que nosotros mismos definimos su forma. Hay dos vectores o fuerzas: el deseo de recibir y el deseo de otorgar, y nosotros establecemos la relación entre ellos. Varias combinaciones de estas dos fuerzas engendran las miles de formas diferentes que tenemos ante nosotros.
Cualquier instrumento o cualquier fenómeno espiritual natural o corporal en todos los mundos, todo, proviene de la interacción entre el Creador y la criatura: la Luz que engendra el deseo. Sólo hay dos componentes: la Luz y el deseo, y la pantalla entre ellos. La pantalla asegura la correspondencia entre el Creador y la criatura.
Esta correspondencia se establece en diez niveles cualitativos (10 Sefirót), las cuales también se dividen en 620 (Taráj) partes, y así infinitamente. No importa lo que hagas: Analizar la realidad y dividirla en sus componentes o, por el contrario, sintetizar y generalizar, en todas partes revelas las mismas dos fuerzas que actúan: otorgamiento y recepción.
(31877 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 05 de Enero 2011, «La sabiduría de la Cabalá y la Filosofía»)
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El mundo está creado con misericordia.