Las agencias estatales de seguridad están fuera de servicio

Hoy en día un experto en economía es alguien que sabe cómo hacer dinero a expensas de otro sin quebrantar la ley. Pero estamos hablando de otro tipo de economía, uno que todos debemos conocer, ya que permite a la persona llenar su alma, y ​​no su bolsillo.

Nosotros proveemos para todas las necesidades físicas, todos reciben lo que necesitan, y nos aseguramos de que los niños y los adultos aprendan a mantenerse dentro del presupuesto familiar. Esa es nuestra primera tarea: cuidar de las necesidades básicas, como la vivienda, la comida, la ropa, algo de trabajo, mucho más estudio, y así sucesivamente. Y todo lo que está más allá de las necesidades debe ser purificado y trasladado a la esfera espiritual.

Eso no quiere decir que el dueño de una fábrica de decoración tenga que cerrar su negocio. No, eso también es necesario, pero sólo en la forma y medida que no implique a nuestro ego. Todo debe ser equilibrado, pero no por una agencia de seguridad estatal, sino que debe ser equilibrado por el hombre mismo, a quien estamos elevando al grado humano.

No podemos y no intentamos directrices arbitrarias: «A partir de hoy todos reciben solamente una botella de leche por día», y así sucesivamente. Necesitamos elevar a la gente a un nivel en el que voluntariamente se contente con la calidad, el consumo moderado.

En la nueva economía, nada puede realizarse sin la educación y el ascenso de la humanidad. Básicamente, abandonamos la «bestia» en la economía material, mientras que en todos los demás aspectos de la economía asumimos una forma espiritual.

Por lo tanto, tenemos dos economías: la material y la espiritual. La economía material se basa en el intercambio monetario, de la misma manera que antes, aunque tal vez la situación irá cambiando más adelante. Mientras que la economía espiritual debe complementar de inmediato todo lo que la persona ha perdido. Sus aspiraciones competitivas, los celos, el odio, los impulsos internos, «la hierba más verde», y así sucesivamente, todos estos vacíos deben ser llenados.

Uno no puede ser abandonado a mitad de camino sin ayuda. Y la educación es esencial para esto. Cuando las masas se conecten con este proceso y acepten estas explicaciones, cada uno tendrá un entorno que lo llena, que lo obliga, y lo eleva. Y cuanto más intensamente apresado esté por el odio, los celos, el distanciamiento, y la ambición, más claramente sentirá que este es precisamente el entorno adecuado que puede llenar estos deseos con la garantía mutua, mientras que en el mundo egoísta permanece vacío.

Él no disminuirá sus aspiraciones, sino que las incrementará y realmente la llenará. Nuestra esencia no puede ser pacificada, así que crezcamos, pero de la manera correcta.

(57334- De la 5º parte de la lección diaria de Cabalá del 10/11/2011, «Paz en el Mundo»)

Un retrato detallado de la nueva economía
La economía del alma
El consumo no es el problema

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