Las etapas en el camino al otorgamiento

Con el fin de llegar a la meta de la creación, necesitamos desarrollar un deseo hacia la meta, una vasija, un lugar, en el cual seremos capaces de imaginar, sentir, y realizar ésta meta. Todo depende del tipo y carácter del deseo que necesitamos preparar.

Por esa razón, existe una etapa inicial en la que una persona lleva una existencia bestial, preocupándose sólo por las necesidades materialistas: comida, sexo, familia, riqueza, respeto, y conocimiento, es decir los deseos naturales con los que nació.

Después sigue una etapa en la que una persona busca el verdadero significado de la vida. Él siente que los placeres terrenales regulares ya no lo llenan y encuentra difícil creer que nació para vivir una vida como esta. Él no cree que todo el infinito universo existe sólo para que el hombre nazca, viva de alguna manera y muera ¡Debe haber un objetivo más exaltado aquí!

Esta es una señal de que el punto en el corazón comenzó a hablarle a una persona, el cual lo obliga a investigar. Ahora a partir de este punto necesita desarrollar una vasija completa. Esta etapa es llamada “una vida escaza e infeliz”. Es así incluso si una persona tiene todas las bendiciones materiales, y no le ayudará si se limita artificialmente, viviendo de “pan con sal y agua”.

La humanidad pasó por muchas etapas durante su desarrollo: tres veces 2000 años, un total de 6000 años de desarrollo espiritual del mundo. Los primeros 2000 años hubo caos, seguido por 2000 años de Torá, y los últimos 2000 años en la era del Mesías, la corrección final.

Es por eso que varias leyes tuvieron efecto durante cada periodo. Cada periodo corresponde a su nivel de deseos: HBT, HGT, y NHY, y cada nivel también está dividido en los mismos niveles de HBT, HGT, Y NHY. De esta manera podemos dividir todo el proceso de desarrollo en etapas similares cada vez más pequeñas, 6000 niveles. Y en correspondencia, seremos capaces de entender qué cambios ocurren en cada parte y durante cada segmento del camino.

Es por eso que durante este periodo de tiempo, las cualidades de las almas emergiendo en nuestro mundo para la corrección son adecuadas para la etapa concreta de desarrollo y pertenecen a HBT, HGT, o NHY. En  nuestra época, la corrección sólo es posible con la Luz que Reforma. Durante las generaciones previas, antes de la época de los sabios del Talmud, era posible corregirse a uno mismo al restringir los deseos corporales. Después de todo, las personas en ese tiempo actuaban en el nivel cero del deseo de disfrutar. 

Por supuesto, la vida se siente como escaza en el sentido espiritual. También puede dividirse en tres etapas: Una persona se encuentra en la Cabalá y al principio no sabe lo que está sucediendo, a dónde vino a parar. Estudia Cabalá de forma teórica, esperando volverse más sabio. Sueña sólo con su propio éxito, aumentando sus deseos egoístas, hasta que entiende que el lograrlo no significa desarrollar sus deseos de recibir sino adquirir los deseos otorgantes.

La Luz Circundante lo ilumina y gradualmente lo cambia. Como un centavo que se agrega a un gran capital de manera que él eventualmente comienza a entender que esta no es la meta y que no obtendrá nada de esta manera. La forma egoísta en la cual intentó llenar sus deseos egoístas se vuelve ahora inaceptable para él. Ahora está dispuesto a todo sólo para hacer el tránsito hacia los deseos otorgantes.

Este cambio es una señal de la transición a un estado de Lo lishmá. Es decir, una persona descubre que no está en Lishmá (Lo Lishmá), no en otorgamiento. Todo lo que hizo en su vida, no en la vida diaria, sino expresamente en términos de su participación en el grupo, los estudios, y diferentes estados por los que pasó, todo esto fue sólo por su propio bien, ¡consciente e inconscientemente!

Esto se le revela a él, pero al grado en el que no se moleste por completo y pueda continuar, que acuda con una plegaria y no huya por completo. Así es como una persona avanza hasta que descubre todos sus deseos, lo cual depende de cómo acelere el tiempo y de su perseverancia. Y más importante es el apoyo del entorno, la ayuda mutua le permite pasar de Lo lishmá a Lishmá.

Esto se vuelve posible porque él ha formado las vasijas, la necesidad de llegar a la meta. Esto es expresado como elevar una plegaria, MAN, el deseo dirigido hacia la Luz, el Creador, el único que puede hacer algo, incluso cambiar la naturaleza del hombre. No hay otra fuente.

Cuando una persona obtiene la intención de otorgar, está intención es realizada justo en los deseos que previamente estaban dirigidos sólo al llenado bestial. Entonces él esperaba llenarse con la ayuda de la Cabalá, de forma egoísta, y después, durante el periodo de exilio, intentar revelar la cualidad de otorgamiento en ellos. Pero al final, recibe una oportunidad de otorgar en los mismos deseos, y lo ve como una liberación. Este estado es llamado Lishmá, en el cual se vuelve digno de una verdadera vida, tanto en este mundo como en el mundo por venir.
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