Lo que necesitamos es un enfoque interno

Nuestro problema principal es que subestimamos el poder del pensamiento. Necesitamos tener un enfoque interno acerca de la unificación, es decir, una sola red donde estemos juntos. Es así como encontraremos la esencia y la fuerza interior de la Torá: el método.

Este punto todavía no está claro en nosotros. No lo valoramos lo suficiente y no vemos su importancia. De hecho, no le prestamos atención.

Usted conoce muy bien el material, de hecho, mejor que nadie, y realiza un gran número de acciones; sin embargo, cada persona carece de la concentración interna dentro de sí misma.

No me unifico con el grupo cuando lo veo con mis ojos sino a través de la aspiración común de estar juntos, de incluirnos unos en otros, para lograr el otorgamiento. Es similar a una «nube» de energía espiritual entre nosotros. Esto es lo que tenemos que buscar y a lo que debemos aspirar.

No he de meterme dentro de mi amigo para sentir su punto en el corazón. Más bien, éste se revela dentro de mí. Ahí es donde puedo encontrar la esencia interna del grupo. Todo se vuelve claro en nuestros pensamientos. Lo que nos falta es la concentración mental. Está ausente, o es insuficiente, durante todo el día.

Evaluamos las cosas de acuerdo a las acciones externas pero, ése no es el criterio correcto. Al ahondar más en mis pensamientos, me concentro en tratar de revelar la conexión interna. Tiene que ser revelado como un plan específico, el deseo, o el sistema en el que vivo.

Es por eso que la Cabalá es una ciencia llamada interior. Baal HaSulam escribe mucho sobre la mente y el análisis razonable. Es precisamente a través de la concentración mental como llegamos a la claridad interior. El factor importante aquí no es cuán inteligente sea una persona sino cuánto intenta serlo. Nuestros esfuerzos deben concentrarse en esta búsqueda interior.

El campo común de nuestro deseo está presente entre nosotros, dentro de nosotros. Incluso si se oculta, sigue ahí. En el camino desde arriba hacia abajo todo está ya listo; ahora tengo que revelarlo, al pasar de abajo hacia arriba.

(25402  – De la lección del 29 de octubre 2010.)

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