Los brazos sobre los que descansa el mundo

Pregunta: ¿Qué significa «mirar el mundo a través del prisma del grupo»?

Respuesta: Mientras el hombre se acerca a la espiritualidad, descubre la conexión entre todas las partes de la creación. Esto es llamado la aproximación a la revelación del Creador, después de todo, el Creador es el poder que une, conecta y controla todo lo que ahora vemos.

Esencialmente, tú sólo agregas una conexión a la imagen de este mundo al revelar que todo está en una sola red. Nosotros comenzamos a ver esta conexión a través de la conexión en el grupo, que nos garantiza el principio de esta red.

Vemos el mundo de esta forma, nos damos cuenta de los hilos que conectan todas las partes, los cuales dependen unos de otros y son gobernados por una sola fuerza que los gira y los despierta por medio del cambio en las conexiones entre todos estos elementos. Los elementos reales siguen siendo los mismos: Lo único que cambia es la naturaleza de su conexión, y esto constantemente hace que el mundo avance.

Esta es la esencia de toda la renovación que ocurre en el mundo, la cual lleva al descenso de unos y al ascenso de otros, y así interactúan entre ellos. Todo está predeterminado, hasta el último átomo, por no hablar de las personas y países.

Ver que el mundo entero está gobernado por esta red, ya es la percepción correcta de la realidad, que aparece al percibir el grupo como un gran sistema, como un solo organismo.

Además, empezamos a vernos a nosotros mismos como parte activa, operativa de esta red de la Fuerza superior que gobierna y hace avanzar al mundo hacia la meta final. Nosotros podemos activar esta red y dirigirla hacia una forma especial de desarrollo, dependiendo de nuestro comportamiento. Cuanto más aumentemos nuestro trabajo con la Fuerza superior que opera en esta red, más agradable haremos que sea el desarrollo del mundo que yace en esta red, como si descansara en los brazos de una madre. De esta manera podemos mejorar su futuro.

Y de manera inversa, en el momento en que debilitemos y fallemos en nuestra correlación de movimientos con los movimientos que se producen en la red que está dirigida hacia el otorgamiento, a la meta, hacia donde se dirige la humanidad entera, al hacer esto, debilitamos la Fuerza superior que opera en la red. Y entonces el mundo entero comienza a experimentar grandes manifestaciones de su naturaleza egoísta en sus vidas donde operan diferentes fuerzas extranjeras, que están lejos de lo espiritual y del otorgamiento.

A continuación, estas fuerzas crueles aumentan y se refuerzan a sí mismas en todos los elementos que están conectados por la red común, lo que lleva a consecuencias tristes.

Sin embargo, la red actual y los elementos en ella no cambian. Sólo estos elementos son egoístas, mientras que la red es altruista porque se trata de un sistema superior, espiritual, de la Luz que llena el espacio entre todas las partes. Es por eso que todo depende de dónde nos conectemos nosotros (las partes que existe en este sistema).

Esta red cuenta con elementos que mantienen su existencia, ellos son llamados «patriarcas» o el Sistema Inicial (Merkeva). También se les llama los «36 justos», que mantienen el mundo (36 no es un número, sino una cierta noción de la Cabalá). Hay ciertas preparaciones dentro de esta red, sin la cual no podría existir, porque de lo contrario, la fuerza del mal y la separación explotaría todo este sistema y rompería los vínculos mutuos.

Es por eso que hay almas corregidas (los «patriarcas» y todos los cabalistas de todas las generaciones) dentro de este sistema que sostienen este mundo. Y nosotros debemos tratar de agregar nuestros esfuerzos a su trabajo. A esto se le llama «convertirnos cenizas bajo los pies de los justos».

(71179 – De la 1º parte de la lección diaria de Cabalá del 2/28/12, Shamati # 25)

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