No es una calamidad, pero tampoco un día de campo

Pregunta: ¿Por qué no apreciamos el camino que seguimos? ¿Por qué no recibimos placer en cada momento? Aun cuando no es fácil, de todas maneras estamos en un grupo, estamos juntos, y esto en sí es una felicidad.

Respuesta: En realidad, hay dos caras de la moneda. Si vienes aquí por las comidas y la atmósfera amigable, entonces ahí termina la cosa. Tu ego no te dejará ser atraído por algo más. Por otra parte, si te sientes mal aquí, tu ego no te dejará venir aquí y en lugar de llegar a la lección, permanecerás en tu cama.

Así que necesitamos de ambas, tanto de la alegría como de la frustración. Al fin y al cabo hay muchas personas aquí que tienen la línea izquierda, es decir que son críticos. Ellos se preguntan: ¿Qué puedo realmente obtener de la vida? No quiero ser sólo un religioso Jasídico. Yo quiero avanzar, los Jasídicos en cualquier nivel están felices con lo que tienen y no quieren nada más. Pero si no quiero nada, ¿Cómo avanzaré? ¿Cómo adquiriré la deficiencia adicional?

Esto es exactamente lo que Abraham le preguntó al Creador: «¿Cómo sé que la heredaré?» En otras palabras: ¿Cómo querré un ascenso espiritual? El atributo de Abraham es Jassidim, la Sefirá de Jesed, y entonces se preocupaba por sentir la deficiencia para ascender hasta alturas que parecen inalcanzables.

El Creador le respondió: «Has de saber por seguro que tu simiente será extranjera en una tierra que no es suya, y será castigada por cuatrocientos años….» ¿Pero de qué sufrimientos estamos hablando aquí? Acerca de los sufrimientos por los que pasas mediante la «Torá y las Mitzvot«, mediante la Luz. No son sólo malas sensaciones que tienes. «El exilio egipcio» no es un sinónimo de desempleo, falta de dinero, o problemas de salud. El exilio egipcio es la sensación de deficiencia que viene de la parte posterior de la Luz, cuando sientes que te hace falta la espiritualidad, el amor, la adhesión. Esta es la clase de sufrimientos a los que debemos llegar, y para esto se requiere un trabajo duro.

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Aquí está el problema. Si descubrimos las deficiencias exactas que necesitamos para conectarnos, las veremos en otro nivel, en un nivel espiritual. Pero en su lugar todo el tiempo vemos nuestra vida corporal. Deja a la bestia en paz. No se trata de ella. Es acerca de la angustia espiritual que está por encima de todo lo que tenemos hoy.

Es exilio y redención espiritual; es en las aspiraciones espirituales que construyes el templo. Así que comencemos a evaluar mediante los criterios correctos cuándo nos sentimos bien o mal y qué disfrutamos. El punto no son las comidas en sí y las reuniones de amigos, sino su contenido, su llenado interno.

Queremos volver pronto a la Aravá. Para hacer eso debemos consolidar una nueva fuerza, una conexión a un nivel mayor. Tenemos que consolidar nuestros esfuerzos en poder y velocidad para adquirir nuevos discernimientos, una nueva deficiencia, crear una vasija espiritual, lo cual es llamado la plegaria antes de la plegaria.

De otra manera sólo será un día de campo. Si ese lugar nos recuerda el viaje previo incluso un poco, entonces es incluso mejor no comenzar. Tenemos que estar en un estado totalmente nuevo, sin precedentes, no identificado, que nunca hemos saboreado antes. Necesitamos un nivel espiritual totalmente nuevo que ocultará la imagen corporal familiar.

En total, necesitamos pasar por un periodo de «exilio», que es una preparación para la entrada a la «tierra prometida», a la «tierra de «Israel», es decir al deseo que está dirigido directo al Creador (Yashar-El). Ahí toda la bondad ya está preparada para nosotros, todo el llenado, pero lo que necesitamos ahora es la deficiencia correcta para ello. Pero en su lugar, somos atraídos hacia todo tipo de «despropósitos» en este mundo.

Espero que lleguemos realmente a la deficiencia correcta. Entonces saldremos al desierto para esta reunión sólo para unirnos con nuestras deficiencias individuales preparados para dar el paso hacia adelante.

(67086 – De la 4º parte de la lección diaria de Cabalá del 1/20/12, Baal HaSulam «La herencia de la tierra»)

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