Nosotros debemos ayudarle constantemente al compañero, apoyarlo, respetarlo, incluso si trabaja muy poco para corregir su egoísmo, alentarlo, decirle a todo que «si», como a un niño pequeño.
Cuando lo apoyamos y aprobamos sus actos, dentro de él aparece la inspiración y la seguridad, y entonces él puede hacer mucho. Y por el contrario, si lo limitamos, si le quitamos confianza, entonces él sufre, pierde fuerzas y no puede realizarse a sí mismo.
Por eso siempre debemos ayudar a nuestros compañeros y apoyarlos constantemente.
(96768 – De una lección virtual del 12/23/12)
Material relacionado:
Menos intelecto, más acciones simples
Una actitud cálida hacia el amigo nos lleva hacia el Creador
Pidiendo la corrección desde nuestro propio libre albedrío