Once años después de Arosa, Parte 5

De «La crisis y su solución», Foro de Arosa 2006

Altruismo-El principio de la vida

Si exploramos el principio del altruismo en la naturaleza, descubrimos que es la base de toda vida. Todo organismo vivo está compuesto por una pluralidad de células y órganos que trabajan juntos, complementándose entre sí. En este proceso, están obligados a conceder, influir y ayudarse unos a otros. La ley de integración de células y órganos según el principio altruista «uno para todos» es eficaz en todo organismo vivo.

La ley del desarrollo evolutivo obligó a las partículas elementales a conectarse en átomos, moléculas y luego en células orgánicas vivas que son capaces de reproducirse por sí mismas de acuerdo con un programa intracelular. Las células vivas tienen el deseo de reproducirse y crear organismos más complejos, y todo esto sucede debido a la conexión.

Las conexiones se vuelven más extraordinarias. Dentro de los cuerpos vivos suceden tales procesos con los que el ser humano no estaría de acuerdo. Por ejemplo, una célula está lista para morir con el fin de dar lugar a nuevas células, o servir como alimento para otras células, y así sucesivamente. Es decir, en el proceso de desarrollo, las acciones altruistas se realizan por parte de la naturaleza cuando uno se ocupa de todo el entorno en general.

Por ejemplo, las células del cuerpo humano existen en un sistema y están totalmente subordinadas a eso. No es porque tenga poder sobre ellas, sino porque cada célula pequeña, de acuerdo con su programa interno, busca unirse al sistema. Para ellas, la ley del sistema, de la conexión general, es el mayor y activo más importante.

Por sí mismas están dispuestas a vivir o morir, no es importante para ellas. El sentimiento de la ley del sistema en el que existen es más elevado para ellas que su propia existencia material. Una célula se mata a sí misma para dar paso a una nueva vida, y a través de ella se conecta con el proceso general o el programa general.

En términos del programa general, esta célula no muere, sino que sigue viviendo precisamente por el hecho de que proporcionó el lugar para las nuevas células vivas.

Al parecer, no se ajusta al hecho de que toda la naturaleza se basa en el egoísmo. La conexión siempre implica concesiones y anulación, y cuanto más complejo sea el compuesto viviente, más anulación requerirá.

Cuando las células vegetales y animales no vivas se conectan, las concesiones no son el resultado de un cálculo egoísta primitivo, sino el deseo de ganar a un nivel más alto que el visible a nosotros. Una célula, al anularse, da vida a células más complejas que aparecen en su lugar y, a través de ellas, obtiene una nueva existencia en el nivel superior.

De esta manera el material no vivo se transforma en una planta, una planta en un animal, y un animal en humano. En cada etapa, el asunto se vuelve más complejo, y esta alta organización sólo es posible debido a la anulación por el bien de la conexión. De esta manera las conexiones se vuelven más cualitativas. Estas no tienen cálculos egoístas de la existencia anterior, sino que sólo se preocupan por la conexión superior.

Los peces van a morir por el bien de la futura descendencia. Los biólogos piensan que este es un instinto ciego pero la naturaleza no mata así. Debido a la muerte del nivel inferior, la vida en el nivel superior nace.

A través del sacrificio en la etapa anterior, una combinación más compleja y avanzada aparece hasta tal punto que incluso los materiales no vivos convencionales se vuelven radiactivos y emiten partículas. Cualquier compuesto químico, incluso los átomos simples de hidrógeno y oxígeno, se basa en concesiones mutuas donde cada uno sacrifica su independencia para conectarse.

Si el material se descompone, significa que es más estable en esta forma que en uno conectado. Esta es la esencia de todas las reacciones y procesos químicos. Un compuesto más complejo es una ganancia más valiosa. Este es el proceso de desarrollo que eleva la naturaleza a un nivel más altamente organizado, cada vez que requiere un sacrificio más significativo.

Por lo tanto, el altruismo es el principio de la vida, porque sin esto, la conexión a nivel de partículas elementales, átomos, moléculas o cualquier organismo sería imposible. No habría seres vivos complejos y sólo debido a la compleja organización tenemos sentimientos e inteligencia.

Todas las formas altamente organizadas de la vida que requieren la capacidad de igualar y comparar uno con el otro se basan en la anulación y la conexión, así como en el auto sacrificio por el bien de un estado superior.
[200441]
De la tercera parte de la lección diaria de Cábala 11/ene/17, Lección sobre el tema, “Mismah Arisa” (Documento Arosa).

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