Oración por el mundo

La situación en el mundo cada día es más explosiva. El mundo sigue rigurosamente, el rápido desarrollo de los acontecimientos en Ucrania. Pero, los cabalistas no se ocupan de política ni de fronteras geográficas.

Los cabalistas sólo quieren aumentar el amor o al menos, disminuir el odio, donde sea posible y reducir la confrontación entre la gente y debemos ayudarle.

Por eso, la herramienta principal es la oración. Si con su ayuda conseguimos mayor conexión entre todos, será en beneficio de la humanidad y para deleite del Creador. El Creador tuvo que crear criaturas opuestas a Él, rotas, para que la humanidad pidiera conexión por encima del odio y el rechazo. Así entenderemos, sentiremos y descubriremos lo que es la unidad.

Lo principal es revelar la fuerza de la conexión. No puede haber uno sin lo otro. Por eso, el Creador sufre más que todos, pero no tiene opción, así tuvo que crear la naturaleza. Nuestra tarea es, con oración, deseo y súplica, forzarlo a corregir todo. Él espera que le pidamos corrección y lo hará de inmediato. No necesita nada más que nuestro deseo.

Inicialmente, lo único que falta en la creación es nuestro deseo de ser equivalente a la fuerza buena del Creador. El Creador necesita el deseo de los seres creados, por eso creó una creación en deficiencia. Y nosotros necesitamos revelar esta deficiencia.

Hasta que no pidamos paz, satisfacción, perfección, amor y conexión, no sucederá. Debemos querer conexión total en todos los niveles. Así, toda la naturaleza, todos los mundos, volverán al estado corregido donde todos estamos conectados y todos revelaremos la fuerza de conexión, que es eterna y total.

El Mesías no es una persona, sino una fuerza, un espíritu que aparece y desaparece según nuestro deseo. Cuando queremos acercarnos, viene, cuando no queremos, se va. El Mesías es una fuerza que nos saca (Moshej) de nuestro egoísmo hacia el otorgamiento, el amor y la conexión.

Por eso, si entendemos que necesitamos esta fuerza que nos jala de lo malo a un buen estado, de la separación a la conexión, del odio al amor, llamamos al Mesías. Hagámoslo juntos.

El principal problema es la indiferencia inherente a nuestra naturaleza. A veces un incidente puntual o un animal herido nos toca el corazón más que una guerra entre países. Mientras tanto, tenemos cualidades egoístas que no se corrigen.

Por eso nos preocupamos por lo que está cerca de nuestro corazón. Una pequeña avería en tu casa te preocupa más que los acontecimientos mundiales, las explosiones de estrellas supernovas o un huracán al otro lado de la Tierra. Así nos representa la realidad nuestro ego.

Pero, si juntos, con toda nuestra fuerza, le pedimos al Creador que, en las tensiones, nos permita sentir lo que es salir de nosotros mismos y sentir la fuerza que opera entre nosotros, comenzaremos a revelar la fuerza superior que reside entre nosotros. Y podremos notar lo que son más importantes para el Creador y no para el ego individual.

De la clase Diaria de Cabalá 22/feb/22, Escritos de Baal HaSulam Introducción al Libro del Zóhar

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