Purim: la última de las correcciones

Purim es la última de las correcciones y cada vez requiere que el deseo de recibir se combine con el deseo de otorgar para que se conecten entre sí.

El objetivo de la creación es llenar el deseo de recibir con la Luz de Jojmá, intención de otorgar. Sin embargo, el deseo de otorgar es muy débil; no tiene intención de recibir placer. El otorgamiento es Bina y es opuesto a Maljut.

Por eso, es necesario despertar de alguna manera el deseo de otorgar, para que sea motivado a hacer algo. Los justos no tienen necesidades. Mordejai se sienta en una roca a las puertas del rey y no se preocupa por nada, hasta que ve que la situación es peligrosa y que es imposible permanecer sentado por más tiempo.

De lo contrario, incluso el débil deseo de otorgar desaparecerá, al combinarse con el deseo de recibir en el gran reino de Maljut: el pueblo de Israel, diseminado por los 127 países.

Sin embargo, por otro lado, es imposible trabajar sólo con el deseo de otorgar, sin comprometer el deseo de recibir, ya que la corrección debe hacerse. Por lo tanto, primero debemos despertar a Amán, para que el deseo de recibir piense que la Luz está destinada solo para él. Vemos que en el proceso evolutivo, nuestro egoísmo crece constantemente y al final, querrá tragarlo todo.

Al mismo tiempo, nos damos cuenta de que el objetivo de la creación no se puede lograr en el deseo de recibir. El egoísmo no está diseñado para eso. Es final y al recibir satisfacción, pierde el deseo. La Luz extingue el deseo. Por eso es imposible recibir Luz infinita en el deseo de recibir. En y por sí mismo, es muy limitado.

Además, es imposible recibir Luz con el deseo de otorgar. Este no quiere recibir sólo quiere dar. Así que se necesita una cierta combinación de deseo de recibir y deseo de otorgar, que se llama ‘línea media’. Al usar ambos tipos de deseo y combinación correcta de resuelve el problema, ¡esa solución debe ser descubierta por el individuo! El Creador no organizará esa corrección ni la terminará.

Por eso, primero se le dio poder a Amán, para que pensara que todo era para él y empezara a gobernar y a tratar de destruir los deseos opuestos a los suyos, en otras palabras, usarlos para beneficio propio. Amán esperaba montar a caballo y ordenar a Mordejai que le indicara a dónde debía conducir el caballo.

Sin embargo, sucedió lo contrario: dado que las posibilidades de otorgamiento egoísta son limitadas, la intención para beneficio propio es limitada. Al recibir satisfacción, el ego desaparece, ya que el placer extingue el deseo. Por eso, el único método para obtener placer infinito y satisfacción ilimitada es recibir para dar. Solo esta vasija es ilimitada.

Resulta que Mordejai monta a caballo y Amán lo lleva en la dirección que Mordejai indica. A esto se le llama ‘recibir la luz de Amán en la vasija de Mordejai’. Así, podemos recibir todo el placer que viene del Creador en el deseo de recibir con intención de otorgar, por eso, la Luz que lo llena no tiene límites.

Por lo tanto, en el proceso de corrección, la combinación de los deseos de recibir y de otorgar, siempre sucede. Debemos distinguirlos unos de otros y otorgarle mayor valor a uno y después al otro: el deseo de recibir -Amán, luego el de otorgar -Mordejai.

Si el deseo de recibir no tiene oportunidad de desarrollarse, no podemos progresar. Y si Mordejai, la intención de otorgar, no tiene poder sobre el deseo de recibir, será limitado. Por lo tanto, existe la combinación constante de esos dos enfoques, hasta que se forma la línea media que incluye tanto el deseo de recibir y como el deseo de otorgar y nos lleva al fin de la corrección.
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De la 1a parte de la lección diaria de Cabalá – 28/feb/18, Escritos de Baal HaSulam

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