Quién no trabaja, come

Al final, la humanidad se dará cuenta de su egoísmo y deseará liberarse de él. Esta comprensión vendrá como resultado de golpes, que hoy comienzan a caer sobre nosotros desde todas las direcciones.

Pronto la humanidad sabrá por qué hay tanto problema, por qué cada vez que hay una crisis, la destrucción y la decepción golpean la pared.

La crisis está en todas partes: en gobiernos, familias, en absolutamente todo. Construimos y construimos y vemos que lo que construimos nos resulta dañino. Durante los últimos 100 años, la humanidad hizo tantos estragos como nunca antes se vió en la historia: dos guerras mundiales, revoluciones.

El mundo moderno se encuentra en tal caos que es totalmente incomprensible que, se supone que debemos hacer. Las máquinas están empezando a reemplazar el trabajo humano y la gente se está volviendo innecesaria.

Pronto no habrá dinero ni trabajo. Es decir, el estilo de vida cambiará por completo, ya no se tendrá que trabajar. Como resultado, se conocerá el mal y la gente tendrá que entender que la vida tiene que fluir en un nivel totalmente diferente -dentro de sus interacciones, donde todos serán uno.

Este es el propósito del hombre, el estado que la humanidad tiene que alcanzar. La tecnología evolucionará con los esfuerzos de unos pocos innovadores, que desarrollarán tecnología de punta y la gente común no tendrá nada que hacer en este mundo.

Comenzarán a preguntarse para qué nacieron. En un tiempo, la vida entera giró en torno al trabajo: la gente trabajaba para comer y comía para trabajar. Pero si hoy es posible comer sin trabajar, ¿para qué se supone que vivimos?

Esta pregunta llega a todos: ¿para qué vivimos? ¿qué caso tiene esta vida? Y no hay respuesta, como si no hubiera nada para qué vivir. Así conoceremos el mal.

Pregunta: ¿Cómo, los sistemas más lejanos, serán traídos a este proceso?

Respuesta: No hay sistemas cercanos ni lejanos. Sólo hay un sistema en el que todos estamos interconectados por miles de conexiones, de tal manera que es imposible decir dónde está la cabeza y dónde está la cola. Se trata de un sistema circular, integral, cerrado, como una esfera.

Por esta razón está teniendo lugar un proceso activo en todo el sistema. En cada lugar se puede encontrar la cabeza del sistema, su cuerpo y su fin. Es casi como gelatina que fluye: todo se encuentra por todas partes y cada elemento contiene el conjunto, sólo en proporción más pequeña.

Por eso es imposible determinar dónde están la cabeza y la cola en el sistema. En cada lugar donde encuentres la cabeza, allí también descubrirás la cola. Así sucede en el nivel espiritual.

A medida en que nos unamos con conexiones integradas, empezaremos a revelar la fuerza superior de la naturaleza, el Creador. Nosotros mismos necesitamos estar integrados para revelar al Creador. El Creador existe en todas partes, pero no tenemos habilidad para sentirlo ni para revelarlo y aún más lejos está la posibilidad de adherirnos a Él, para que seamos incluido en Él.

Para eso necesitamos corregirnos y podemos hacerlo sólo en un grupo, en diez. Tan pronto como llegamos a la primera conexión en diez, de inmediato revelamos al Creador. Porque ya tendremos una vasija integral para Su revelación, de acuerdo con la ley de la equivalencia de la forma.
[202154]
De la 2ª parte de la lección diaria de Cabalá 19/ene/17, lección con el tema: Mismah Arosa (Documento de Arosa)

Material relacionado:
Cuando la tecnología es inútil
¿Hay algo que podamos hacer respecto a la crisis?
Una ley simple

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *