Después del éxodo de Egipto, que simboliza el comienzo del desarrollo espiritual de una persona, hay 40 años vagando por el desierto. Este vagabundeo ocurre con la ayuda de la luz, con la ayuda de la cualidad de otorgamiento, y la resistencia constante del egoísmo.
En el lado derecho está la cualidad de otorgamiento, la Luz-la revelación del Creador-y en el lado izquierdo está el egoísmo, el Faraón, que siempre se está resistiendo, y tú estás constantemente restaurando el control de la cualidad de otorgamiento, altruismo y amor por los demás sobre la cualidad de egoísmo, amor propio y odio por los demás.
Estar dentro de Egipto es un estado en el que, en general, te sientes bien en absolutamente todo, excepto en que te domina el egoísmo.
Hoy en nuestro mundo estamos experimentando los dolores de parto, y por eso empezamos a sentirnos mal en la corporalidad. En principio, pasamos por un reconocimiento cualitativo del mal cuando todo está bien, pero aun así no podemos soportarlo. «¡¿Qué te falta?! Parece que tienes suficiente de todo. Hay gente que no tiene nada para comer, pero ¡¿qué te pasa a ti?!». «No, no puedo seguir con esto. Es mejor morir que vivir así».
Este es el reconocimiento de lo insoportable que es el control del egoísmo que debemos sentir. Entonces percibiremos el control del altruismo, el otorgamiento y el amor como una salida hacia la libertad.
No se puede expresar con palabras porque estamos hablando de niveles completamente diferentes de la naturaleza, de dimensiones diferentes cuando empezamos a sentir todo lo que está sucediendo de una manera completamente diferente.
También te puede interesar: ¿Cómo engañar al egoísmo?
