Reglas del juego con el Creador

Los conceptos en la sabiduría de la Cabalá son diferentes de los que estamos acostumbrados en nuestro mundo. Jugar es en realidad una transición. Como un gato que se contrae antes de saltar, apunta a su objetivo y hasta después salta. Toda esta preparación y ajuste para un salto imaginario es un juego. El gato juega a saltará. 

Es decir, el juego es una manera de imaginar un estado futuro. Por eso, toda nuestra vida es un juego. Anhelamos conectarnos y dentro de nuestra conexión revelar al creador, el propósito de nuestra existencia, la vida perfecta y eterna. Todo se logra a través del juego. 

Los niños juegan todo el tiempo y así crecen, es lo mismo en la vida espiritual, pero ahí debemos tomar el juego en nuestras propias manos, entenderlo y jugar junto con el Creador. Pues, sin el juego, no podremos acercarnos a Él ni volvernos sus socios. Mientras más nos imaginamos que nos acercamos al Creador, mejor entenderemos las reglas del juego. 

Debemos jugar constantemente: jugar conmigo mismo, jugar con el grupo, jugar con el Creador. Y el Creador juega con el Leviatán, es decir, con su creación. Con la ayuda del juego, llegamos a un estado llamado “comida del Leviatán” cuando la humanidad se sienta alrededor de una gran mesa con el Creador para saborear al Leviatán. 

Jugamos lo usamos para volvernos hombre, Adam, similar al Creador y nos fusionamos con él en uno. Así el Leviatán, la creación, está a nuestra disposición para su uso correcto, el cual es llamado la comida del Leviatán, final de la corrección. 

No hay nada más que el juego. El juego es que voy del estado actual al siguiente, más avanzado. La vida es cambio constante, transición de un estado a otro. Sólo necesito añadir el Creador a esos cambios, como el que comienza con todo este juego y como el último al que llego después de su implementación exitosa. 

Primero descubro todos los estados por lo que paso dentro de la decena, en el estado actual y cambio a la decena, mi participación en ella, hasta que llego al uso correcto de las condiciones preparadas por el Creador. Así avanzamos. 

Esto es llamado juego porque aún no llegamos al estado que queremos. El esfuerzo por avanzar al estado deseado, el superior, más otorgante y más avanzado en relación a la conexión entre nosotros y nuestra conexión con el Creador, es llamado juego. 

Siempre es posible jugar. Incluso los animales juegan, pero lo hacen de forma inconsciente, como niños por su instinto de desarrollo. Si queremos usar el juego para salir de este mundo hacia el mundo superior, debemos aceptarlo, entender sus reglas, y construir el sistema del juego nosotros mismos para elevarnos. 

Cada uno juega todo el tiempo. Cada uno es como una marioneta manejada, ya sea por el deseo de recibir, sin pedir su permiso o por el deseo de otorgar, él mismo invita a actuar dentro de él. Así se juega al amor de amigos. 

Siempre vemos un juego y por lo tanto, debemos evaluarnos sólo por el tipo de juego que jugamos: uno negativo, con la iniciativa del ego o uno positivo, cuando atraemos el deseo de otorgar para que juegue a través de nosotros.
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De la 1a parte de la lección diaria de Cabalá 4/ene/21,Mishka

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